jueves, 30 de abril de 2020

NOSTALGIA Y ESPERANZA DE CÓRDOBA EN MAYO.-


Ya mismo está aquí el ¡MAYO cordobés!.  
Y como soy y me siento cordobés, he de escribirle a Mayo, a ese Mayo al que tantísimos cordobeses  llevamos un año esperando.
La alegría de sus fiestas, el olor de su azahar, esa luz y colorido que impregna ya la ciudad... Las flores de sus macetas, el color en sus balcones, el pasear de sus gentes, y la alegría en sus corazones. Córdoba, tierra mía, y tu mayo tan singular, no podéis quedar dormidos...en un letargo abismal.
¡Qué diferente este año va a ser!.
Un mayo sin cruces, un mayo sin patios, un mayo sin cata, un mayo sin feria, un mayo sin colores, un mayo con gente seria, un mayo que distancia a los amores; un mayo, en fin, como no se conocía desde sus albores.
Este mayo pasará…
Porque este mayo ya no será un mayo de alegría y gozo, debemos esperar a otro.
Otro mayo llegará…
Y de nuevo Córdoba tendrá cruces, patios, cata, colores, gente alegre, feria y flores.
Patio
El mayo de este año perdido, dará paso, no cabe la menor duda, al mayo más florido.
Cruz de Mayo

Portada de Feria


miércoles, 29 de abril de 2020

AVANZANDO.- ¿o no?


Hoy da comienzo una nueva avanzadilla hacia esa búsqueda de otra sociedad, más tímida, más defensiva, más nerviosa, menos espontánea y a la que nos va a costar mucho tiempo adaptarnos, pues en ella va intrínseca una idea de cambio social. Siempre se ha dicho que los españoles somos personas muy abiertas, muy campechanas, muy sociables y amigables, que aceptamos en nuestros círculos más cercanos a cualquiera que venga de buena fe y que abrimos nuestra casa de par en par a los amigos. Esa era nuestra seña de identidad, era así como nos gustaba ser, y deseábamos que un pequeño rayo de sol alumbrara la ciudad,  para salir a medio día a tomar una refrescante jarra de cerveza en la terraza de bar más cercana.
Esa sociedad, esa, como LAS GOLONDRINAS DE  BÉCQUER, esa no volverá.
Al menos durante un largo espacio de tiempo, y quién sabe si llegará a ser de similar manera a la ya pasada.
En otro de mis post hablaba de la NUEVA NORMALIDAD y no es esa la palabra más cierta, pues normalidad implica a aquello que perdura en el tiempo y no aquello que llega nuevo, eso sería moda.
Sea como sea  y usando ese nuevo vocablo de moda, la DESESCALADA, (como si de lo alto de una montaña bajásemos) comienza ahora, y  de cómo y cuán cuidadosos seamos cada uno de nosotros en la toma de decisiones y en nuestras actitudes, lograremos que el avance sea, sino más rápido, por lo menos lo más seguro posible. Las mascarillas serán nuestras mejores aliadas.
¡ÁNIMO QUE YA NOS QUEDA MENOS!

lunes, 27 de abril de 2020

¿SE HIZO BIEN?.-


Fue ayer cuando los pequeños de la casa, pudieron volver a ver después de 42 días, lo que les deparaban las calles de su barrio.
Ayer, hubo una gran cantidad de padres, responsables, que supieron darle a ese primer encuentro con la Nueva Realidad, la verdadera importancia que tenía. Otros, pocos parece ser, no estuvieron a la altura de las circunstancias.(Ellos sabrán por qué lo hicieron).
Era muy fácil cumplir la norma: 1 adulto con hasta 3 menores y durante un máximo de 1 hora y a 1 kilómetro.
Insisto en que la gran mayoría fue consecuente con lo que nos jugábamos todos, sí TODOS, no solo ellos, pues de su actitud, de su comportamiento, se estaba tomando nota por parte de nuestros dirigentes para aplicar a posteriores recomendaciones, para adoptar medidas más o menos restrictivas y tendentes a evitar, en la medida de lo posible, otro temido  repunte de la enfermedad, antes de otoño, que eso sí se da por hecho ya.
Hoy, al igual que ayer y que los siguientes días, de nuevo saldrán otra hora y deberán procurar ser menos los que incumplan, no pueden salir los dos progenitores juntos, ni juntarse en corro para hablar con otros padres que se crucen con ellos.
La semana que viene, seguramente, la salida sea más generalizada y podrán salir a pasear también las personas que no tengan hijos menores, o a hacer algo de deporte; pero, seguramente la regla a la que habrá que obedecer será más estricta y haga que muchos, todavía, nos pensemos si no sería mejor aguantar un poco más el confinamiento, hasta ver si las cifras, horrorosas cifras de fallecidos y de contagiados nuevos, descienden y vuelven a estar en zona de mayor seguridad, más cercana a la...                               NUEVA NORMALIDAD.   ¡Ánimo ya nos queda menos!

sábado, 25 de abril de 2020

SALIDAS (para los pequeños).-


Ya en mi post del 3 de abril, hacía referencia a esa canción de Sabina, ¿quién me ha robado el mes de Abril?; pues bien, ya está casi acabado ese mes robado, ese que no podremos recuperar y que como decía un WhatsApp que me reenviaron, hemos aprendido a “lavarnos las manos”.
Y mañana domingo, es  el día señalado para que los menores, salgan a enfrentarse, cara a cara con ese enemigo que nos ha tenido confinados, que nos quitó de las calles y que ahora, después de  más de una cuarentena, nos llama a de nuevo a ellas.
Eso sí, desde Sanidad ya nos dan una guía de cómo habría que hacerlo: 1 hora, 1 km y un  máximo de 3 hijos menores de 14 años. Preferiblemente, con mascarilla y de  la mano de su acompañante mayor, sin tocar objetos y desinfectándose bien a su vuelta a la casa, así como cualquier objeto que haya querido sacar a la calle.
Es lo que se aconseja, desde Sanidad, que de paso prohíbe que se junten o se paren a hablar con otros niños de su edad. En definitiva, una salida supercontrolada.
Y mientras tanto, siguen sin hacerse todos los test necesarios para intentar ir arrinconando la pandemia, siguen sin haber mascarillas o geles desinfectantes en las farmacias (aunque ya está fijado su precio máximo de venta), siguen produciéndose contagios en gran número, sigue habiendo un número insoportable de muertos cada día, siguen las UCIs con un trabajo exhaustivo y seguimos confinados en las casas…
La situación, no es para echar cohetes al aire, y mucho menos con estas tormentas que humedecen el ambiente y que harán probablemente, más agradable el terreno de cultivo de este virus.
Refranero español: “En abril, aguas mil” a ver si ya se pasa y deja sitio a MAYO, porque, aunque “Hasta el cuarenta de Mayo no te quites el sayo”, es verdad que “Marzo ventoso y abril lluvioso, sacan a mayo florido y hermoso” y es en mayo, en su segunda quincena, cuando podamos, aunque sea por dúos, tríos o cuartetos, salir de nuevo a reconocer las calles.

jueves, 23 de abril de 2020

INCERTIDUMBRE.-


Hoy hablaré sobre la incertidumbre que se tiene a estas alturas del curso académico: de cómo, cuándo y dónde se van a ir acabando los cursos y las diferentes etapas que componen nuestro sistema educativo.
Hay algunos cursos, que son más importantes que otros, no porque los demás no lo sean, sino porque depende de su resultado, la continuidad del alumnado por uno u otro camino.
Se está intentando dar normalidad a un curso que en absoluto lo es. Un curso que se acabó en Enero, o que tendría que haberse acabado en Enero y que sin embargo aún se está dudando en si darlo ya por finalizado o estirarlo hasta Julio, en si poner pruebas de acceso al principio o al final de  mes, aunque creo que hoy ya se tiene fecha para la prueba de la EBAU (Selectividad) para el período del 22 de Junio al 10 de abril. Claro está, si Sanidad no da marcha atrás, por nuevos repuntes de pandemia.
En las enseñanzas obligatorias, se están mandando infinidad de tareas por parte de un esforzado profesorado, al que se le ha echado encima la responsabilidad de aprender en pocas horas, la forma de surfear por las redes sociales y de realizar un intensivo curso de iniciación y desarrollo en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), siendo todo ello a costa de sus momentos de tranquilidad y de su tiempo familiar. Trabajando, mucho más, que con las clases presenciales y dedicando el mayor de sus esfuerzos y dedicación al alumnado incluyendo sus propios teléfonos móviles, personales, puestos al servicio de consultas, dudas, tareas...
Pero si mal está la situación en la enseñanza obligatoria, si hablase de la Universitaria…(solo pinceladas)
Exámenes a realizar en plataformas que se colapsan y que añaden aún más incertidumbre y nerviosismo a  un alumnado que sabe que se juega mucho y que gran parte de su futuro profesional, se le está complicando por este año. Hay materias que requieren de unas prácticas para ser evaluadas y que sin embargo, no se pueden realizar por el confinamiento y que son irrepetibles pero siguen siendo obligatorias.
TFMs (Trabajos de Fin de Máster) que esperan a poder ser evaluados por un tribunal que no habrá opción a su composición… materias que se han de dar por acabadas aunque no se haya tenido supervisión alguna de un profesorado desbordado por las circunstancias…
Y una Evaluación muy pendiente de miles de cosas y de NUEVA normativa legislativa, con un parlamento y unos claustros desaparecidos. Pero…
 ¡ÁNIMO QUE YA QUEDA MENOS!

miércoles, 22 de abril de 2020

VIRTUDES.-


Estos días de tiempo confinado y momentos para el pensamiento libre, se me ha venido a la mente aquello que recitaba cuando era niño, de lo que se llamaban virtudes teologales de la iglesia, que eran tres:
FE, ESPERANZA Y CARIDAD.
Junto a ellas, las virtudes  cardinales de conducta, enunciadas por Platón y asumidas  posteriormente por el cristianismo:
PRUDENCIA,  JUSTICIA, FORTALEZA Y TEMPLANZA.
Y  ¿por qué aparece ahora y de forma espontánea ese recuerdo? Puestos a pensar diría que, aquello que parecía casi imposible de entender en nuestra tierna infancia, hoy es super-sencillo, no solo de entender sino de llevar a la práctica ahora.
FE, que es lo que estamos sintiendo, la que todos y cada uno de nosotros tenemos en el presente que nos ha tocado vivir y en la que nos apoyamos para seguir confinados.
ESPERANZA, en el mañana que pronto ha de volver y que sin duda, nos traerá nuevos y diferentes hábitos.
CARIDAD, para con nuestros mayores y con los necesitados, para ayudarles, aunque sea en sus compras.
PRUDENCIA, a la hora de salir y de cruzarnos con nuestros semejantes, con todas las medidas higiénicas  necesarias.
JUSTICIA, la más difícil de llevar a la práctica, pero la más necesaria para igualarnos a todos en derechos y también en obligaciones.
FORTALEZA, para continuar confinados un poco más, unos días más o llevarlos con paciencia.
TEMPLANZA, para ser moderados y muy tranquilos en todas y cada una de nuestras acciones, sabiendo que de ellas , depende el bien común, el general, el de todos.
Este COVID-19 me ha hecho recordar (creo que a muchos también) cosas de nuestro pasado, ese que ya no era objeto de nuestra atención, pero que hoy por hoy, reaparece y se reactiva en nuestros corazones o en nuestra mente.  Las virtudes teologales y las cardinales, vuelven a estar de actualidad.
   ¡ÁNIMO, YA QUEDA MENOS!

lunes, 20 de abril de 2020

VENTANAS.-


Trigésimo séptimo día de confinamiento. A las 20:00 h, como todos los días, las ventanas se llenan de aplausos y las calles de sirenas; unos días de ambulancias, otros de policía local, de bomberos de policía nacional... ¿Y después?
Después me quedo mirando afuera, intentando ver lo que debemos mirar para no pensar en lo negativo de la actual situación. Y  casi transportado a la infancia, para poder mirar con la limpidez y candidez propia de esos ojos, con la mirada perdida en el infinito, dejo volar a la imaginación  para que interprete lo que mi retina le envía y entonces disfruto: con el acrobático vuelo de las veloces golondrinas, que en competición desenfrenada realizan extraños circuitos en el aire, con las abundantísimas palomas, con los saltos de los mirlos en una plazoleta desierta y convertida ahora en su salón de juegos familiar, con las nubes amenazadoras de tormenta pero que permiten imaginar entre sus siluetas personajes ficticios y que se nos asemejan a camellos, elefantes, árboles, algún personaje de dibujos animados…
Y entonces, es entonces cuando vuelven los pensamientos que martillean de continuo la mente…¿Por qué? , ¿Quién?  ¿Hasta cuándo? ¿Por qué tantos? ¿Y después? ¿Cuándo volverá la NUEVA NORMALIDAD para todos? Sé que hasta el 25 de mayo no habrá, seguramente, nada de normalidad, pero confío en que todo pasará ya.
Y un tremendo trueno hace que vuelva a la realidad y me vea apoyado en el alumínico quicio de la ventana, obligándome a cerrar de nuevo y continuar la vida interior que desde hace ya 37 días, hacemos.


sábado, 18 de abril de 2020

AGRADECIMIENTOS.-


Son las 20:00 horas de cualquier día y desde  cualquier balcón de España. Aplausos,  aplausos dirigidos a levantar el ánimo a todos, y en señal de agradecimiento a los profesionales sanitarios por el esfuerzo y la dedicación, más allá de lo encomiable, que están desarrollando estos críticos días.
Pero esto pasará y todos nos olvidaremos de ellos y de otros muchos más, que como ellos están contribuyendo a que los que hemos de quedarnos confinados, no sintamos más carencia (sublime carencia) que la de la libertad confinada. Por eso y aunque desde esta pequeña ventana, no se llega muchos sitios, a mí se me está ocurriendo y al aire lanzo la idea siguiente. ¿Qué tal si cada uno de más de 8.000  ayuntamientos que conforman España, en la sesión plenaria que tengan más cercana, llevan  como un punto más, en su ORDEN DEL DIA, la rotulación de nuevas calles, con nombres de profesiones de los que hoy aplaudimos? Seguro que salen aprobados por unanimidad y a modo de ejemplo, me atrevo a relacionar algunos, por si no existen y se quieren incorporar al callejero, de las nuevas avenidas o calles que aún no están nominadas.
-          Avenida de los Sanitarios
-          Avenida de los Médicos
-          Avenida de los Transportistas
-          Avenida de los Militares
-          Avenida de los Comerciantes
-          Avenida de los Voluntarios
-          Avenida de los Maestros…..
Y por supuesto, no puedo de ninguna de las maneras olvidarme de la que para mí es la  más deseada en su rotulación,  pues si es verdad que existe en algunos lugares, la Avenida de la Infancia, en muy pocas ciudades
(que yo sepa, claro está) se ha rotulado  AVENIDA DE LOS MAYORES.
Y sí, todas ellas avenidas, pues parece poco dedicarles una calle, aunque es también una positiva opción .
Pues ahí está la idea…a ver si tiene éxito y llega a buen puerto. ¡ÁNIMO, YA QUEDA MENOS!

viernes, 17 de abril de 2020

MEDIODIA DE VIERNES.-


¡Hooola Mari, buenas tardes! Ponme un jarrita fresquita, anda. Y, ¿qué tienes de tapilla hoy? Pues hoy puedo ponerte queso, patatas fritas, aceitunas o montadito de serrano, lomo y pimiento, o de york y queso. Ah vale, tráete un montadito serrano. Espera que ya llega también mi amiguete…¿qué vas a tomar tú? Lo mismo que hayas pedido. Pues, Mari, pon dos de lo mismo.
¿Qué tal la mañana? Pues ya ves, como de costumbre, levantarme rápido para ducharme y salir corriendo a coger el bus para ir al centro, que tenía una reunión a las 9 y he estado hasta las 12. Imagina, a esa hora ya, ni desayuno ni ná. El resto de la mañana, en mi puesto habitual, resolviendo dudas y quitando papeles de en medio, archivando la correspondencia atrasada y dando salida a la respondida. ¡Estaba deseando ya de tomar la cervecita de medio día! Hay que ver cómo se echa en falta cuando llega su hora. Y tú, ¿qué tal?. Pues ya ves, poca cosa nueva que contar, mi oficina y mis clientes diarios, también he estado quitando papeles atrasados. Y ahora, a disfrutar el momento, a saborear la tranquilidad de la buena compañía y por supuesto ¡de esta rica cervecita!
Y qué tal, ¿cómo se presenta el fin de semana, os vais a algún lado o no? ¿Vienen los hijos o vais a verlos vosotros? Nos quedaremos por aquí, este fin de semana cada mochuelo en su olivo, y ¿vosotros? Pues lo mismo, así que si queréis, podemos mirar la cartelera de cine para el sábado ir si queréis.  Pues mira no te digo que no, a ver ahora después que se lo comente a la mujer a ver qué dice y ya te llamo y te cuento. Muy bien, pues , Mari, ¿dinos qué se debe?. Tras pagar la “convidá”, nos alejamos para dirigirnos cada uno a nuestra casa y esperando a ver si mañana, habrá salida para ir al cine o nos quedaremos por el barrio, tomando algo.
¡Y nos parece que fue ayer!  
¡ÁNIMO YA QUEDA MENOS!



miércoles, 15 de abril de 2020

CONTRADICCIONES.-


Es decir una cosa y la contraria también.Y según la R.A.E.,conjunto de proposiciones que al ser contrarias recíprocamente , se invalidan.
Pues eso es lo que está pasando con esta tremenda pandemia y las innumerables ruedas de prensa que desde las diferentes administraciones y departamentos se están desarrollando en lo que llevamos de reclusión.
Lo que empezó cuando primero se nos dijo que solo era algo parecido a una gripe, luego que algo más grave; está llegando a extremos inimaginables,  como las de que usar mascarillas no era ni necesario ni  beneficioso  para pasar de no ser necesarias a ser muy aconsejables (no obligatorias), pero eso sí, sin que las haya en las farmacias para proveer al ciudadano; y las que hay y se reparten gratuitamente, no sirven para el fin que se busca. Todo contradictorio.
Y además se empiezan a poner sanciones o multas a las personas,  por hacer caso omiso a la orden de confinamiento por el estado de alarma y de restricción a la movilidad que desarrolla el  Real Decreto 463/2020 en su artículo 7 y modificado en  el posterior 465/2020, así como ampliaciones sucesivas de esa alarma en los  RR.DD 476 y 487… En fin, no quiero parecer un abogado, solo poner las bases en las que me fundamento.
Varias son ya las noticias que nos indican sanciones, a personas que (si bien es cierto que se saltan la orden de confinamiento), han sido multados por pasear por la arena de una playa, solo, sin nadie cercano en lo que la vista alcanza. Otro por estar en medio del océano en su propio barco, después de permanecer allí más de 15 días, también solo. O a un ciclista, que yendo solo, realiza una escapada por la carretera. También un atleta que corría solo por medio del campo. No sé, pero creo que no son foco de contagio, no hay cruce con nadie, no se contagia uno por el aire o no contagia uno al aire (al menos eso creo).
Eso sí, puedes ir andando, si vas a trabajar. Y puedes ir en transporte público también, con más personas y con escasas probabilidades de estar a más de dos metros de otra persona. Bueno pues a mí me parece cuanto menos una contradicción. Pero hemos de respetar la ley  y, por la fuerza de voluntad que la gran mayoría de los ciudadanos estamos teniendo, debemos felicitarnos todos.
 ¡ÁNIMO, YA QUEDA MENOS!

martes, 14 de abril de 2020

POSITIVISMO.-


Estamos avanzando hacia ese día que todos deseamos, el día en que desde el gobierno de turno, se nos diga que la pandemia ha dejado de ser tan mortífera e infecciosa; que lo peor por fin ha pasado y  que nos devuelven la añorada libertad de movimientos.
Todos sabemos que ese día no será el que aprovecharemos todos para salir a pasear y ver de nuevo las calles de nuestro barrio, de nuestra ciudad, con unos ojos inquisidores a nuevas observaciones y las manos  libres, para nuevas sensaciones. Pero será a partir de ese momento cuando  cada uno de nosotros, haciendo uso de nuestra libertad personal de elección, elijamos el momento justo en que salgamos a pasear. Seguro que será un paseo muy tranquilo, muy lento, muy relajante; observándolo todo, mirando con detenimiento y con cierta admiración también,  a quien nos crucemos en nuestro camino. Saludando de viva voz, con ese saludo cómplice de quienes son sabedores de que han podido superar los duros momentos vividos. Ese paseo, que sin duda nos llevará a buscar a nuestros seres queridos, a todos y cada uno de nuestros miembros de familia, empezando por quien sin duda lo ha pasado peor, el o la más mayor de todos, pues son ellos, los que con miedo, aún con mucho miedo, quedarán todavía bastante tiempo confinados, pues saben que salir sigue siendo arriesgarse a contagio y a sus edades, siguen siendo población de gran riesgo.
A pesar de todo, hoy apenas se ven coches por las calles, por las carreteras, hoy el disfrute sigue viviéndose a pie. Los pájaros todavía acompañan el caminar con sus trinos y cantes, como queriendo entonar su propio himno al final de la reclusión y entreviendo que pronto, de nuevo, volverán a sus árboles más lejanos, a los del campo abierto, a aquellos que los cobijaban antes de poder trinar por la ciudad.
Pronto, ya pronto, ese día llegará. Solo tenemos que…quedarnos en casa y esperar.

lunes, 13 de abril de 2020

LUNES DE DESPUÉS.-


Hoy me he levantado pensando en el montón de cosas que tengo que hacer, después de un fin de semana intenso en actividad social (copas de celebración con familia y amigos, cine). Después de tanto  confinamiento, no queda de nada en la casa, con una despensa vacía, lo primero y principal es volver a comprar los primeros alimentos, los básicos, los necesarios. Así que me dispongo a ir al supermercado más cercano, porque a la vuelta el peso será considerable, después del almuerzo. Cuando bajo a la calle me doy cuenta que no he cogido mi mascarilla;  aun no me he acostumbrado a que hay obligación de llevarla, y aunque no hay mucha vigilancia en las calles para que se cumpla esa norma, mi propio sentido común hace que vuelva a subir a casa a por ella. Ya pertrechado con mis guantes y mascarilla y asido al carro de la compra;  inicio el camino y me voy cruzando con no mucha gente que viene y va por las aceras con carros llenos y vacíos. La compra de productos se ha convertido en algo necesario hoy, para poder  reponer las vacuas despensas.
Entrar al supermercado me produce recelo e incluso algo de temor; no podemos olvidar los meses pasados y el daño que ellos han dejado en nuestra sociedad y que nos ha marcado para siempre haciendo cambiar radicalmente nuestros comportamientos. Pero hay que enfrentarse a ello, hay que tirar para adelante. Supermercado. No hay forma de guardar esa distancia de dos metros entre personas, de nuevo estamos más apiñados  dentro y las estanterías se están quedando una vez más sin género en sus estantes, pues hoy somos muchos los compradores  y aunque ninguno abuse de llevar más mercancía de la cuenta, a las horas que son escasean.
Cargado con lo necesario, vuelvo a casa con la sensación de que hoy, primer lunes del después,  ¡ las cosas han variado tanto!  Intentamos volver a la normalidad con mucha ilusión, pero con demasiadas reticencias y miramos al futuro pero con ojos de lo pasado y la tremenda pérdida acumulada de parte de nuestro presente, confinado.

domingo, 12 de abril de 2020

DOMINGO DE RESURRECCIÓN.-


Amanece. Domingo de Resurrección. Para la gran familia cristiana, hoy es ese día que pone fin a la pasión y muerte de Jesús, ese día en que se pasa de la tristeza más absoluta a la alegría contenida de que una nueva etapa comienza, una etapa en la que se tenía puestas todas las ilusiones, una etapa a la que se quería llegar desde el principio de la pasión, una etapa que demuestra  un  nuevo inicio de supremacía de la vida sobre la muerte. Y como muestra de ello, hoy, todas las iglesias, se unirán al Papa Francisco, en su bendición Urbi et Orbi, con el tañer de sus campanas, será, a las 12 del mediodía.
Y no deja de ser curioso que sea hoy precisamente, cuando desde el gobierno central, se acuerde la vuelta a la actividad, al trabajo, a la vida para la ciudad (con las cautelas máximas exigibles) para los “resucitados” que podrán salir de sus casas. Serán pocos los elegidos, pero de ellos empezará a depender de nuevo la marcha económica del país. De sus trabajos, de sus esfuerzos y de sus ansiados y muy tarde o nunca recibidos, sistemas de protección, dependerá en gran medida, que otros vayan pudiendo ir incorporándose poco a poco, en esa búsqueda tan deseada ya, de la normalización social.
Alegría, satisfacción, regocijo, alborozo, júbilo, gozo…así debería presentarse nuestro futuro y anunciarlo con fanfarrias a los cuatro vientos, pero no será así, no. Sin querer ser pájaro de mal agüero, mucho me temo que habrá repunte de infectados, porque no estamos aún fuera de esta terrible plaga, porque aún no sabemos, ni podemos defendernos de ella y porque al exponernos, ella triunfará otra vez.
Pero hoy, hoy es un día de fiesta, hoy es un día para alegrarnos y felicitarnos todos los que aún creemos o al menos, respetamos las tradiciones.
¡ÁNIMO QUE YA QUEDA MENOS!

viernes, 10 de abril de 2020

VIERNES SANTO.- (Devoción y luto)


A las 6 de la ”madrugá”, a esa hora, clave en muchos pueblos  de nuestra Andalucía, la hora que precede a la salida de su templo del más esperado; a esa misma hora, mi cuerpo, como impulsado por un invisible resorte; de la cama se ha incorporado y mis oídos han creído sentir, a lo lejos, el sonido de esa trompeta que indica que la procesión de Nuestro Padre Jesús, del Nazareno, inicia su recorrido por las principales calles, acompañado como siempre,  por un sinfín de devotos que alumbran su camino, y que en sus corazones, albergan el porqué de ir año tras año en esa comitiva de promesas  y de peticiones de cada Viernes Santo.
Por la tarde–noche, la tristeza, la pena y el dolor se unirán en el Santo Entierro que casi dará el final a ésta Semana Santa, esperando sólo al domingo de Resurrección, domingo final de la semana de pasión, domingo de alegría y de esperanza.
Es Viernes Santo y en este día unimos la devoción con el tradicional  regreso a nuestra tierra más querida, a la que nos vio nacer a nosotros o a nuestros padres. A la reunión con la familia que aún queda, la visita a antiguos amigos, las copas con los colegas de hermandad, y a  la tradición de las típicas comidas de la celebración: el bacalao frito, el potaje de vigilia, los pestiños y  magdalenas…
Así era y así volverá a ser. 
¡ÁNIMO Y FUERZA, YA QUEDA MENOS!


jueves, 9 de abril de 2020

JUEVES SANTO EN BAENA.-

Un nuevo día amanece de los que se llamaban grandes hace poco tiempo. Permitidme recordar el refrán,,, “Tres jueves tiene el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión”.  A este Jueves Santo me refiero , éste que tan diferente es a todos los pasados en años anteriores, este Jueves sin procesiones por las calles de nuestras ciudades.
Me quiero unir al dolor y tristeza de  las cofradías y hermandades que esta Semana Santa no podrán mostrar a sus pueblos todo el trabajo y toda la preparación de hace ya meses para ofrecer sus extraordinarios desfiles procesionales. Quiero rendir homenaje a todos los hermanos cofrades de nuestra España en forma de poema, eso sí, centrado en mi pueblo natal: BAENA, la tierra del tambor, y al que con asiduidad asistía desde hace ya más de 60 años.

Toques de tambores,
roncos y chillones,
pasean por las calles
andando las estaciones.
Roncos los cebolletas,
roncos los morrones,
roncos los berenjenos
y los judíos chillones.
A algunos les causa espanto
–yo los veo con fervor-
que para adorar a su santo
vayan tocando un tambor.
Las hermandades que van con vela,
lloran por la muerte del Señor;
mas las que un tambor llevan,
se alegran por su resurrección.
Muerte y resurrección,
conjugadas al unísono.
Velas y tambor,
en una misma procesión.
Esta es la historia de Baena,
y de su afición al tambor;
porque en vez de celebrar SU muerte,
se alegran por la resurrección del Señor.

miércoles, 8 de abril de 2020

¿Y AHORA?.-


Ya hace algún tiempo que viajaba por primera vez a un lejano  país (a pesar de las magníficas comunicaciones de hoy en día) del EXTREMO ORIENTE. Nada más aterrizar ya me llamó la atención la cantidad de controles por los que hay que superar antes de atravesar su frontera y cuando  por fin la pasas y consigues salir del aeropuerto, te das cuenta que muchos de los ciudadanos de ese país llevaban mascarillas cubriendo su boca y algunos también guantes en sus manos.
La curiosidad, esa amiga inseparable del ser humano, me llevó a preguntar rápidamente, a nuestro guía (mi recuerdo para él, porque sin yo saber inglés, fue mi diccionario de interpretación en aquel país) el porqué de aquella situación que a mí me extrañaba tanto. La explicación fue tan simple como lógica una vez conocida. Es una medida  normal de contención y prevención de virus; cuando cualquier persona cree tener algún tipo de enfermedad relacionada con su aparato respiratorio, rápidamente, usa su mascarilla para evitar contagiar a los que le rodean o en su defecto, para no contagiarse si se mueve en ambientes donde los virus se dan por asentados (lugar de trabajo, relación con diversas personas, lugares hospitalarios, ambientes contaminados en exceso…) en definitiva, se usa como medida de autoprotección  de la salud propia y la de los demás.
¡Vaya, le dije, en España solo la llevan  los diagnosticados de alergia primaveral !
Hasta aquí, cualquiera que me lea sabe de sobra que era así hasta hoy,  donde parece que la cuestión cambia y será mucho más que habitual  ver nuestros rostros medio cubiertos, en una escena callejera que nos recordará a la que se mostraba en las películas de bereberes ambientadas  en el desierto tunecino, dejando sólo ver nuestros ojos, esos ojos que expresarán la tristeza por lo ocurrido y la resignación al cambio de fisonomía y de hábitos y costumbres a los que la nueva sociedad nos obligará. Seguramente será así durante algún tiempo, (nadie es adivino) pero nuestro carácter positivista hará que esta nueva etapa la afrontemos con la tranquilidad de que estamos actuando para el futuro y cuidando de las generaciones presentes y de  las  venideras ya que de las pasadas, por desgracia, en demasiados casos, ha sido casi imposible actuar.
¡ÁNIMO QUE YA NOS QUEDA MENOS!

martes, 7 de abril de 2020

15 DE AGOSTO.-


15 de agosto, aprovechando la festividad de la fecha de este sábado, inicio la tan esperada quincena de vacaciones. Las maletas en el coche cargadas de ilusión y ropa fresca, pues los días han ido subiendo la temperatura hasta hacerla propia de la época veraniega en la que nos encontramos y el depósito lleno. Partimos rumbo a la búsqueda de esa ansiada brisa marina, que en los lugares propios del litoral, nos acaricia con suavidad el rostro y se respira. He escogido una hora temprana para realizar el desplazamiento, pues de sobra es conocida la tremenda movilidad que se produce en estas fechas y la coincidencia del final de quincena y principio de otra nueva, no es precisamente un buen presagio de relajada y fluida circulación. Tras dos horas de camino, me detengo a tomar un reconfortante café y una suculenta tostada en el habitual  bar de carretera en el que sé que ponen las  mejores de la zona, con un pan extraordinario, de ese pan que nos recuerda a una feliz  infancia, de aquel llamado, “pan de pueblo”. Al complementarla con aceite de oliva virgen extra, tomate rallado y una buena loncha de jamón, lo convertimos en un placer digno de ferviente adoración. Continúo y me voy acercando a mi lugar de destino, me extraña que no haya exceso de circulación, hay pocos vehículos en mi sentido de marcha y menos en el carril contrario. Llego a la costa y algo me alerta de que éstas no son unas vacaciones como las anteriores; hay muy poca gente por las calles; no está ese bullicio propio de otros años con aceras y paseo marítimo rebosantes de peatones, terrazas de bares casi con lista de espera para tomar refrigerio, y sin una plaza de aparcamiento libre; sin esa multitud de bañístas llenando la playa de color y bronceadores, de hamacas y sombrillas, de relax y jaleo, de arena y sol. No, no hay alegría, se nota la diferencia.
No, este año no son las vacaciones habituales, este año, las vacaciones también han hecho su cuarentena.

lunes, 6 de abril de 2020

LUNES DE PASIÓN.-


¡Otro triste y lluvioso día! El tiempo se obstina en seguir mostrándonos su lado más gris y frío como queriendo acompañar en este momento de desgracia general y recordándonos que la luz al final del túnel aún está lejana.
Pero hecha esta reflexión, vamos a lo positivo del día. Lunes de pasión segundo día de la Semana grande y desciende de nuevo la cifra de infectados que hoy sólo ronda los 6.000, con lo que son ya 135.032, de ellos siguen hospitalizados más de 60.000, con 6.931 en las Ucis y ya son 13.055 fallecidos en España. Pero desciende esa gráfica similar a la de una etapa del Tour ciclista francés, en la que hubiera que subir al Tourmalet, que ya lo hemos subido, y bajar después. En esa fase nos encontramos ya, bajando de la cima y mientras eso ocurre, nos iremos encontrando con pequeños repechos y lomas nuevas, que poco a poco iremos descendiendo también para posteriormente, tras unos tensos momentos de llanura, iremos atravesando la meta, unos antes que otros, pero todos seguidos como una cadena de eslabones humanos. La luz está, eso es lo importante. La esperanza y la ilusión  de cada día nos acercan a ella. Ya veréis como no queda tanto. En nuestra casa estamos bien y eso, es más que suficiente. Lo demás, lo demás irá llegando poco a poco. ¡Ánimo!    
                                       

domingo, 5 de abril de 2020

DOMINGO DE RAMOS INUSUAL.-


5 de Abril, inicio de una Semana Santa muy excepcional, una Semana Santa no conocida hasta hoy.
Domingo de Ramos, día alegre en que da inicio en toda España y en casi todo el mundo, la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Inicio de una semana llena de fervores populares, que en forma de procesiones bajo todas las advocaciones de la Virgen y de Jesús, llenaban las calles de nuestras ciudades con un intenso olor a incienso mezclado con el penetrante y tan reconocible olor a azahar de los naranjos de sus arriates, recordándonos una vez más, que la tradición continúa y continuará.
Semana grande sin duda alguna, semana en la que las familias se reunían y salían para ver los múltiples desfiles procesionales y que con devoción, asistían a ese encuentro tan íntimo y personal, como inexplicable para el no creyente, con sus imágenes más adoradas, más queridas, más veneradas, que al igual que ellos, paseaban por cada rincón de sus ciudades.
Decía el dicho popular “Domingo de Ramos, quien no estrena no tiene manos”. Esta semana santa (que ahora escribo con minúscula) pero que también comienza con este Domingo de Ramos, casi nos obliga a todos a estrenar, una prenda no deseada, una prenda que distancia, que separa, pero que parece que nos alivia y consuela también, estrenamos semana santa con mascarilla.
Hoy desde aquí, quiero recordar los pasos de penitencia que recorrerían las calles de Córdoba, que empezando por la popular “Borriquita” (Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén), con ella el disfrute de la chiquillería por la mañana. Ya por la tarde saldrían(siguiendo con el argot popular):
Penas, Rescatado, Esperanza, Amor y Huerto.
Para saber más sobre nuestras hermandades cordobesas de esta Semana Santa  PINCHA AQUI.

sábado, 4 de abril de 2020

AÚN MÁS.-


De nuevo un día gris. Parece que esta primavera ha entrado gris, lluviosa y triste. De nuevo otro dato que es aterrador, seguimos con más de 800 muertos por día a pesar del encierro y según dicen, hay que ser optimistas, porque parece ser,  que ya vamos saliendo de la terrible línea cuesta arriba, de la gráfica estadística que este nuevo virus nos está pintando.
Pero dicho esto, hemos de seguir avanzando hacia ese que se nos antoja lejano día de la salida, del volver a enfrentarnos de nuevo con (valga la redundancia) la nueva realidad. La realidad tan cambiada que traerá este mes y medio o dos meses de reclusión tan aceptada por todos.
Hoy he salido a reponer alimentos que ya escaseaban a pesar del pequeño aprovisionamiento que inicialmente se hizo y, tras visitar la frutería, sin nadie comprando, la carnicería igualmente vacía y la pequeña tienda de barrio, esa que tiene de todo un poco, me he cruzado solo con cuatro personas, que al igual que yo,  nos hemos mirado desde lejos con cara de preocupación y de tristeza, y sin hablar nada , no hemos podido reprimir ese instinto de alejarnos mutuamente en el cruce, y digo bien, instinto que creo que es de supervivencia, pues tal es el temor que ya tenemos al contagio, que dos metros nos parece poco separación y es por eso también que, aunque el local de la tienda que visitemos sea grande y admita más de un comprador dentro, todos preferimos esperar en la calle, separados unos de otros, con la única idea de sentirnos así más protegidos.
Esta reclusión dejará huella en todos nosotros y nos costará mucho, volver a ser tan confiados y naturales como lo éramos antes de la llegada de este bicho, que es tan invisible como dañino.
Hoy sábado, sería en circunstancias normales (las de antes), un día de diversión y salida, de reunión con amigos. Pero hoy, hoy sábado 4 de abril, es un día más de reclusión y un día menos de aislamiento. La vida sigue su curso.

viernes, 3 de abril de 2020

AMPLIACIÓN.-


Una vez más, nos veremos obligados a permanecer otros pocos días, en nuestras casas hasta que pase el mes de Abril, pues el gobierno se está planteando una nueva  ampliación de la orden del estado de alarma, que nos llevaría a finales de este mes. (Como diría Sabina en su canción… ¿quién me ha robado el mes de Abril? )
Y es que, a pesar del confinamiento tan largo, este bicho, no nos está resultando fácil de parar, y no sabremos nunca el motivo por lo que esto está pasando, si fue por imprudencia en el manejo de algo experimental o fue por no haber puesto las medidas oportunas en el momento preciso o porque la madre naturaleza y ante el exceso de población, ha decidido hacer ajustes, como los hizo anteriormente con algunas pandemias hoy ya casi olvidadas, como la viruela, el sarampión, la peste, el cólera, la gripe española y ahora principios de 2020 manda este corona-virus, como si se tratase de un macabro rito en cada siglo.
Ya llevamos confinados casi un mes, obedeciendo (la inmensa mayoría de los ciudadanos) las órdenes de un gobierno, que asesorado por los técnicos, se enfrenta a la más grande y rápida pandemia que se conozca hasta nuestros días, y a veces pienso,  que sin los resultados positivos que tanto anhelamos todos.
Y llegará Mayo, sin apenas habernos asomado a la puerta  de la calle y dejando tras de sí, un sinfín de empresas cerradas por falta de producción al no haber pedidos y de trabajadores haciendo cola de nuevo en las oficinas del paro, y junto a ello, miles de familias a las que les costará llegar a fin de mes con sus necesidades cubiertas mínimamente. Y por supuesto, sin querer olvidar a los miles de fallecidos que ha dejado atrás. Panorama poco halagüeño pero que se acerca más a la realidad de lo que nadie pueda imaginar.
Y NO SABREMOS qué hacer el día después, ni cómo enfrentarnos de nuevo a nuestra vida en sociedad, que ya no será con la tranquilidad con la que antes lo hacíamos, sin nuestros efusivos saludos de abrazos y besos, con nuestra mascarilla protectora y saliendo poco a poco, como si de conejos se tratara, de nuestras madrigueras.

miércoles, 1 de abril de 2020

ABUELOS Y NIETOS.-


¿Quiénes son los más perjudicados en esta crisis o pandemia que estamos atravesando?  ¿No nos hemos preguntado eso? ¿No se os ha pasado por la cabeza meditar sobre esa cuestión, en estos múltiples días de aislamiento? Pues a mí sí. Y a mí, la reflexión me ha llevado a dos polos tan opuestos, como las edades de quien yo creo que lo son. Dos sectores sociales,  los mayores y los niños (abuelos y nietos). Ambos son los más perjudicados sin duda, unos debido a su edad  son los que están aportando el mayor número de fallecidos, los que  más miedo están teniendo a un contagio, pues saben, que son objetivo numeroso y prioritario en el que cada vez que  oyen noticias de las “residencias de mayores”, sus vellos se ponen de punta y su corazón se llena de sufrimiento. Los mayores, esos que como decía en mi post “Anotaciones”, nacieron con una guerra y al final de sus vidas se encuentran inmersos en otra, diferente, más silenciosa, más pacífica pero no por ello menos cruenta.
¿Y los niños? ¿Dónde los ponemos a ellos?, días y días confinados a estar entre cuatro paredes sin relacionarse con sus amigos, sin jugar con sus iguales, cuando es a través de esa faceta cuanto más se desarrollan y crecen como personas, pasando la mitad del día pidiendo salir, ir al parque, jugar… prisioneros de esta situación incomprensible para su pequeño intelecto.
Y si los dos colectivos los unimos, bajo la perspectiva de abuelos (con la labor que éstos desarrollaban no hace mucho) el dolor es mayor aún; ese dolor de no ver a sus nietos durante muchos días que ya han pasado y con la incertidumbre de si tardarán más o menos en volver a verse, en volver a disfrutarse.
Mayores y niños, abuelos y nietos, grandes perjudicados sin duda de esta situación, aunque no los únicos, porque todos, todos somos y estamos perjudicados y entre todos, todos juntos, saldremos adelante. ¡Ánimo!