domingo, 22 de abril de 2018

RECUERDOS DEL AYER (1)


  LOS TRENES DE VAPOR. ¿Los recordamos?
Hoy se nos hace difícil creer, que no hace mucho tiempo, un trayecto en tren, entre Córdoba y Madrid podía durar hasta 10 horas.
            Si lo comparamos con la hora y tres cuartos en que se realiza ahora, nos quedamos boquiabiertos del avance que ha supuesto la alta velocidad española (AVE).
Pero, para los nostálgicos, se echa en falta aquel tren de vapor que hacía que la  minería del carbón fuese una gran  bolsa de trabajo para nuestros vecinos del norte de España.
Aquel tren que te permitía, pasear por él, compartir junto a otras 7 personas (de ahí quizás su nombre) un compartimento, charlar amistosamente con ellos, bajar la ventanilla y contemplar el paisaje mientras el aire rozaba tu cara, e ir parando en infinitos pueblos por los que transitaba; en algunos de ellos, dando tiempo suficiente a bajar del tren al andén o al vestíbulo de la estación.
Esos trenes hoy han desaparecido, y  en sus terrenos han proliferado las vías verdes, para pasear. Hubiese estado bien, apostar por los trenes antiguos, en algunos lugares, que permitieran un paseo por la naturaleza a ritmo más sosegado que lo que nos tiene acostumbrados la forma actual de vida, y en lugar de hacerlo a pie (vía verde) poderlo hacer sobre un retazo de nuestra historia más reciente.
                             


martes, 10 de abril de 2018

DOS AÑOS YA !

Hace ya más de dos años que no me sentaba de nuevo frente a esta ventana .

Apenas me había jubilado y apostaba por tener más disponibilidad para dedicarme a escribir mis pensamientos y opiniones acerca de los acontecimientos que irían sucediéndose a lo largo del tiempo.
¡ Qué iluso !, no es sólo mi caso, sino que he podido constatar que, a casi todas las personas que se jubilan al llegar al final de su carrera profesional, les falta tiempo para hacer todo aquello que tenían planeado.
Es muy  normal, encontrarte con alguien que acaba de pasar a esta otra fase vital, y que te diga, 
"¡ pues quieres creer que apenas tengo tiempo para hacer cosas !", me he apuntado al gimnasio, hago mantenimiento, tai chi, y natación por las mañanas y por las tardes  voy a la cátedra de mayores , para seguir activo; también hay otros que  dicen, ahora me he vuelto " corredor de bolsa ", es decir,  que cojo una bolsa y la lista de la compra y empiezo temprano la mañana para que no se me haga tarde y me de tiempo a hacerlo todo.
Eso sí, obligatorio tomar un  buen desayuno de tostada con su  aceite y tomate, al que algunos le añaden unas lonchas de jamón york (el ibérico sale ya muy caro para un pensionista)  y el café de media mañana, si te pilla aún en la calle y has de seguir la " ruta de la compra".
Esto es, si no tienes alguna carga familiar que atender, llamada, nietos, porque si es así, la mañana se va en pasearlos (si son  más pequeños) o en llevarlos a la guardería o el colegio cuando ya son algo más mayores.
Y entre tanto, has de dedicar algo de tiempo a seguir en contacto con tus amistades granjeadas a lo largo de (casi ya) toda una vida.
Y si entre tanto, surge que has de hacer algún favor a tus hijos, pues, también se saca tiempo para ello.
De vez en cuando, alguna visita médica, por aquello de no dejar para mañana lo que  hoy puedas remediar. 
La lectura y los partidos televisados tienen también su espacio.
Es fácil adaptarse a este tipo de vida, pero también es cierto que desde esta orilla, a veces, sólo a veces, se echa en falta aquella rutina de la vida activa del trabajador.