ELECCIONES EXTRATERRESTRES.-

No, no se malinterprete, que aún no hemos llegado a conquistar ninguno de nuestros planetas galácticos y por tanto no ha lugar a celebración de elecciones de este tipo.

No, con el título me refiero a la imagen que se va a dar el próximo 14 de Febrero (fecha prevista y que coincide con S. Valentín, día de los enamorados) para que se lleven a cabo las elecciones en la Comunidad Autónoma de Cataluña. La imagen a la que me refiero no es otra que la que se ofrecerá con unos miembros de mesa, totalmente diferente a la habitual, que estarán obligados a “ir enfundados” en “EPIs” (Equipos de Protección Individual) y con sus correspondientes mascarillas y gafas herméticas, en un intento de evitar al máximo la posibilidad de contagio por el virus, pues además, tendrán que someterse a la realización de una prueba: test de antígenos.

Será muy difícil para ellos aguantar así las casi 12 horas que durará “su trabajo”, entre unas cosas y otras.

Si en  una mesa electoral es obligatoria la presencia de un presidente y dos vocales, serán tres las personas con esos equipos de protección. A ellos, igual se sumarán los posibles interventores que cada partido político que se presente a los sufragios, quiera mandar. Esos ya no se sabe si llevarán también su correspondiente traje o solo la mascarilla, que seguramente serán ya las FPP·3, esas que ahora parecen ser las mejores, aunque aún escasean por cualquier farmacia. Constituida cada mesa, solo nos quedará esperar a los votantes, que están obligados también a acudir con mascarilla.

¿No os recuerda a una película de las denominadas de ciencia ficción? Yo las llamaba de extraterrestres. El atuendo al menos, me las hará recordar. Votaciones con EPIs. Sin duda, llamarán la atención.

Y POR SI ERAMOS…

Esta noche pasada, nuestros vecinos de Granada, la han pasado de una manera no muy satisfactoria, pues quien no ha salido a la calle, se ha quedado en casa pero sin poder dormir relajadamente, pues nada menos que un total de 42 movimientos sísmicos, han causado pavor y han hecho posible que esa noche se quede en el recuerdo de muchos.

Y es que, una vez más el refranero  o los dichos populares tienen algo que decirnos al respecto: “éramos pocos y parió la abuela”, con ese significado sarcástico e irónico que  añade a una situación incómoda, un nuevo acontecimiento imprevisto y con el que parece que los problemas no acaban de finalizar.

Granada, ciudad que estaba al borde de superar el terrible número de infecciones  que obliga al confinamiento en las casas, recibe ahora estas sacudidas de una naturaleza que no parece que vaya a ayudar en la solución del problema.

El epicentro estaba localizado en Santa Fé, pero no es menos cierto que hubo de causar bastante miedo a las poblaciones de los alrededores, pues hasta en Córdoba capital, llegaron a sentirse sus efectos, aunque aquí ya fueran sus últimos coletazos y llegasen más suavizados y con mínimas consecuencias que no pasaron más allá de un simple movimiento de algún objeto y con tan solo 1 segundo de duración.

En lo que va de año, en este mes de Enero, hemos tenido fuertes lluvias, abundantes nevadas y ahora hasta terremotos, todo ello de la mano de un exponencial aumento de contagios, que está haciendo que no se nos olvide el pasado 2020 y que, el deseo de un mejor 2021 (por ahora) solo haya sido eso, un deseo no cumplido.

Son cosas más que lógicas del invierno(dirán).Seguramente, pero este invierno está siendo algo más especial. Ya mismo está aquí febrero.¡Ahhh! y desde hoy tenemos una nueva ministra de salud.

Y SEGUIMOS ESPERANDO.-

Es lo que hoy nos toca a toda la población mundial y en especial a la española, esperar. Esperar a la vacunación total  y confiar en su eficacia.

Mientras que ello ocurre, la mayoría de la población, intenta cumplir con las medidas de aislamiento y de separación social y con las de protección mediante mascarilla e incluso reduciendo al máximo posible la salida de nuestras casas. He dicho bien, la mayoría. Pero, siempre hay un pero, nos encontramos también con una mínima minoría (valga la redundancia) que se empeña en  que no seamos el 100% los que cumplamos las normas.

Fiestas en locales con aforos muy superiores a los recomendados, sin mascarilla, con bastante contacto físico y sin pensar en que entre los asistentes esté también como invitado, este que a todos nos trae de cabeza ya. Es algo que parece que se acrecienta con la llegada de los fines de semana, en las que parece que las medidas aún se relajan más, y abren los noticiarios de cualquier lunes y de cualquier cadena de televisión o  emisora de radio que sintonicemos.

Ello me lleva a preguntarme ¿qué está fallando en el apartado de comunicación? para que no todas las personas deseemos acabar pronto con la pandemia e intentemos no dar pie a la llegada de nuevos focos y contagios, como los que suelen surgir en estas fiestas “fin-de-semana”.

¿Tan diferente puede percibirse  la idea de peligro de unos oídos a otros? 

Y no podemos achacarlo a la edad, no, no son cosas de la edad, porque muchísimos otros  con la misma edad, no se involucran en ellas. Algo está fallando y a pesar de las múltiples llamadas del agotado personal sanitario, algunos al borde de la desesperación y muchos otros contagiados y guardando cuarentena en sus hogares, a pesar de ello, algunos no hacen caso. Sea como sea, lo cierto es que nos encontramos aún muy lejos de acabar con el virus y que, cuando se cree que empieza a ser menor su incidencia, surge un rebrote y vuelven a aumentar los nefastos datos. O nos ponemos todos a remar en la misma dirección o acabaremos echando el bote a pique.

VIVIR ES…CAMINAR.-

No pretendo con este post hacer una defensa de los beneficios que nos puede aportar el caminar cada día unos pocos kilómetros, cuestión que ni siquiera admite la más mínima discrepancia. Todos tenemos asumido ya que, desde que nos dotamos del automóvil, cada día estamos más lejos de tener una sana “salud de hierro” y más bien tenemos una insana “salud de humos”. No, repito, no hablo del que debe ser un hábito saludable y rutinario, sino que quiero hablar de lo que autores como Machado o incluso Serrat intentaron trasmitirnos en sus poemas y canciones: LA VIDA,(con mayúscula), ese andar desde el principio de nuestro nacimiento hacia una meta lejana y desconocida, ese camino que nos convierte a todos en caminantes y que intentamos recorrer de la forma más tranquila, más sencilla y más apasionada de la que podamos hacer gala. Vivir es…caminar, y sin que el camino esté marcado, cada uno sabemos que hemos de llegar a la meta, pero el itinerario, la ruta que cada uno de nosotros elijamos es tan personal, tan especial  y única, que somos nosotros mismos los que la marcamos y cada día realizamos una etapa de ella.

Y es esa forma de enfrentar cada etapa, cada nuevo día, la que nos hace diferentes a unos de otros.

Sin duda, a lo largo de este caminar, nos encontraremos etapas de mucha dificultad (días amargos y tristes), otras de dificultad media (días “normales”) y de baja dificultad (días de alegría y fiesta) otros. Vivir es…caminar y si antes he hablado de Machado o de Serrat, ahora acabaré con una cita de nuestro internacional  D. Quijote: “Ladran, Sancho, señal que cabalgamos” de la que extraemos la conclusión de lo que quiso decirnos con ella, señalándonos que debemos avanzar a pesar de las críticas y los impedimentos que nos surjan y que puedan causar problemas para nuestro caminar tranquilo por la vida. Ello nos dará la necesaria “resiliencia” (vocablo de moda) que nos permite sobreponernos a las circunstancias adversas de nuestra existencia diaria. Así que “VIVIR ES…CAMINAR”. Intentemos tropezar lo menos posible y escojamos la ruta más llana y sencilla de caminar.

QUE RICO LENGUAJE.-

Tenemos la suerte de tener un lenguaje que es de lo más rico que se pueda tener, tiene alguna palabra para aplicar en cada ocasión. Y muchas veces incluso podemos elegir diferentes opciones para ello.

Las polisemias de algunos vocablos, también ayudan a que sean más amplias  aún las posibilidades de encontrar una respuesta adecuada a cada situación o circunstancia que vivimos. Son las palabras, el conjunto de ellas, las que nos ayudan a hacer más o menos leve  o intenso y corto o largo un diálogo con otras personas. Son también ellas, las que muestran el estado de alegría o tristeza de las personas. Incluso a través de ellas, denotamos nuestro estado de salud tanto físico como mental.

Mostrar los sentimientos, los sueños, las preocupaciones, los temores…que recorren nuestro interior, también es misión de nuestro vocabulario.

Y nuestra lengua sigue incorporando nuevas palabras, con varias acepciones algunas de ellas, para enriquecer aún más la posibilidad de entendernos con los demás.

Pues siendo así de rico nuestro lenguaje y sus posibilidades, y pudiendo elegir las palabras  necesarias para llegar a acuerdos en  cualquier tema, cuando se trata de nuestra clase política, no encuentran la forma de hallar las necesarias para poder alcanzar un  mismo objetivo que  ponga a todos de acuerdo y que sirva para ir, como decía el lema de los tres mosqueteros “uno para todos y todos para uno” en esta especial lucha por combatir el virus. La comunidad en la que vivimos no tiene que ser diferente a la de al lado, todos estamos dentro del paraguas de España, en esta lucha sin fronteras. ¡ACUERDO!

DÍAS DE PASEO.-

Empezó este año con nieves, que traían buen presagio según el refranero. Aún hoy gran cantidad de ella se acumula en las calles y campos de nuestras ciudades, sin embargo, esa sabia Naturaleza que nos rodea y de la que formamos parte, ha hecho que en estos últimos días, la presencia de un espléndido sol haya permitido que su calor, ayude a derretir, no sin el peligro que ello pueda conllevar, la gran cantidad de manto blanco aún existente. Pero no solo el sol está ayudando, sino que también, asomará la lluvia a echar una mano.

Más pronto que tarde, de nuevo las ciudades estarán limpias de nieve, el tránsito por ellas dejará de ser peligroso y los paseos por las aceras, una delicia para todos, aunque hay algo que no se vaya a ir ni con el sol ni con la lluvia. Pero tampoco podemos estar todo el tiempo hablando de ello y entristeciendo cada día porque lo que ahora hay que desear es que las vacunaciones sigan a buen ritmo y que la mayoría de las personas puedan estar vacunadas pronto.

Sol, días de paseo. Y junto a él, sentarse en la terraza de una cafetería y deleitarse con uno de los múltiples productos que en ella podemos encontrar. Días de sol, en esta parte del sur de la península, que de no ser por la baja temperatura que nos acompaña, bien pudiéramos tomar por un sol de primavera, si no mirásemos el calendario y nos encontrásemos con que, a las seis de la tarde es ya noche , indicando con ello, que es el invierno quien aún nos acompaña.

Sea como sea, hemos de aprovechar el sol y todo el tiempo que se quede junto a nosotros, pues no debemos olvidar, que es la mejor manera de ayudar a nuestro organismo a producir la vitamina D, tan necesaria para combatir muchísimas de nuestras enfermedades, incluida la que últimamente nos tiene tan alterados. SOL Y PASEO.

ÉPOCA DE REBAJAS.-

 Resulta inaudito que a estas alturas del siglo y de nuestra vida, sigamos aun creyendo en eso de la llamada temporada de rebajas de invierno.

Tradicionalmente, así ha sido, pero ¿podemos por ello pensar que es algo que ocurra realmente?.

Es verdad que en determinados comercios, sobretodo del sector textil, (aunque últimamente se estén apuntando todos los demás sectores a esa moda) podemos apreciar en los escaparates grandes carteles rotulados: “OFERTAS”, “REBAJAS”, “50%”,”70%”, “LIQUIDACIÓN”…

Sus tonos rojos  hacen que, la vista de los viandantes, se dirija hacia ellos inexorablemente. Luego, si nos fijamos más detenidamente, nos daremos cuenta que en todos ellos hay una minúscula línea de difícil apreciación en la que se escribe: “en determinados artículos”, “solo en artículos marcados” o “hasta el”.

Pero no es eso lo preocupante, ni es de eso exactamente de lo que hoy hablo (que merecería un comentario aparte sobre el etiquetado y las rebajas de precios); sino que en realidad lo que quiero trasmitir es que es en este preciso período de REBAJAS, es en el que se dan las nuevas subidas de impuestos , y hacen que en realidad lo que ocurre es que con el “AUMENTO DE PRECIO” al principio de cada año la vida sea bastante más cara que el año anterior y sin una subida de sueldos acorde a ello.

Sí, es en estas fechas cuando se suelen revisar los precios y las tasas de los servicios y de las mercancías y suministros por parte de todos los gobiernos. A primeros de año, y se da la “casualidad”, que esa revisión, nunca sale a favor del consumidor de a pie, sino que en su contra, le aumentan los precios desde los productos de primera necesidad (alimentación) hasta  los impuestos como la electricidad, el butano o gas ciudad y claro, junto a ello, la gasolina y el diésel lo que repercute en que el transporte de mercancías o de viajeros por carretera también se encarezca.

En definitiva, nada de tiempo de rebajas. Aumento en el coste de la vida y cada año un mayor índice de pobreza  entre la población. Así que… ¡de REBAJAS!.

¿RECUERDAS?.-

Hace ya muchos años, las escuelas tenían como principal preocupación de su enseñanza que todo el mundo aprendiese a leer, entendiendo lo que se leía (lectura comprensiva) y en cuestión matemática, lo que se denominaba en aritmética, las “cuatro reglas”: sumar, restar, multiplicar y dividir.

En esa escuela, la prioritario era tener tiza para llenar la pizarra con letras (muestra de cada día) y serie de números, a los que se añadían unas cuentas y un dibujo. Mientras que el alumnado traspasaba a su cuaderno y realizaba todo ello, el maestro/a “daba de leer” (preguntaba la lección personalizada de ese día), pues no todos iban por la  misma página ni por el mismo grado, porque en aquel entonces, aún las escuelas eran unitarias, y en ella se mezclaban aprendices desde los 4 a los 10 años, y cada uno era atendido según sus necesidades (aunque todos deberíamos aprender lo mismo). A los 10 años y tras haber memorizado bien: las diferentes reglas ortográficas de nuestra lengua castellana que hacían que escribiésemos sin faltas al dictado, las operaciones sin error de cálculo matemático y problemas lógicos de aplicación de las reglas aritméticas, la geografía nacional de provincias, montañas, ríos y afluentes, las diferentes familias de animales y de saber defender públicamente de forma oral, cualquier argumento sobre un tema determinado; llegaba la hora de presentarnos al denominado “examen de ingreso”, no al de  la universidad (como hoy) sino el que aprobándolo,  te permitía granjearte la entrada al instituto y así empezar tu bachillerato elemental primero y superior después.

Pero volviendo a la escuela, allí no había maestros especialistas, allí, solo la figura del maestro o maestra  (por aquel entonces, nacional) y sus “imaginativas soluciones” a la falta de material inexistente y que si lo había era el mapa de nuestra “vieja España” en su versión política y a sus espaldas, la física.

MI ADMIRACIÓN,  RECUERDO Y AGRADECIMIENTO PARA TODOS ELLOS.

¿Recuerdas esa escuela? Si es así, ya has pasado de los cincuenta. Yo, ya hace mucho.

AÑO DE BIENES.-

Nuestro refranero como siempre se muestra una vez más certero. Me refiero al que reza así: “Año de nieves, Año de bienes” (parece que será el año de inmunizarnos contra el virus y ganar en salud)

Pues bien, este día 7 de este año, ha amanecido con las calles de media España cubiertas por un blanco paño de la apetecible, deseada y juguetona nieve, que será el disfrute de los pequeños y de los no tan pequeños.

Ya hace casi 60 años de mi primer contacto con ella y aún la recuerdo con tanta alegría…

Años después, me atreví con una especie de escrito versificado (no me atrevo a llamarle poema, aunque eso parece, pues expresa sentimientos íntimos) y que rebuscando entre lo ya olvidado, ha vuelto a aparecer y hoy aquí la trascribo. Vaya por delante la petición de perdón por mi atrevimiento u osadía. 

NIEVE.-

Nieve limpia, nieve pura ¡Cuánto admiro tu blancura!

¡Qué recuerdos vienen a mi mente al verte caer tan lentamente!

Recuerdos de una infancia añorada y querida,

en un pueblecito navarro, Burguete,  junto a Francia,

donde pasé esa parte de mi vida.

Aquellas casas tan oscuras, de madera todas forradas;

con una sola tele para BONANZA, ¡la del cura! Y esa pequeña escuela atiborrada.

Esos tan limpios arroyos, con el agua tan cristalina.

Y el pan...esos grandes bollos comidos al calor de la férrea cocina.

Cocinas que eran de leña, con cuatro grandes fogones

¡Aún recuerdo, cómo crujía la madera de tus escalones,

cuando bajaba o subía a la planta de habitaciones!

Tú, siempre lo cubrías todo.

desde la alta cima al más profundo hoyo...

Tu manto, por todas partes extendido

 fue el mejor juguete que jamás yo haya tenido...

¡Cuántos muñecos te he hecho!

¡Cuántas veces, en forma de bolas,  te he lanzado!

¡Cuántas otras te estrellaste en mi pecho!

Y ¡Cuánto, en fin, contigo yo he disfrutado!

¡GRACIAS nieve, por tu regalo!.

DESAPERCIBIDOS.-

¡Han pasado desapercibidos! No los han visto los niños. No han suscitado esa magia que solían trasmitir a los más pequeños. También hasta en eso se ha interpuesto “el bicho”. El año 2020 acabó pasando con muchas más penas que glorias. El año 2021, empieza también con una gran pena.

En otros años…hoy a estas horas las calles de cualquiera de nuestras ciudades, estarían abarrotadas de quienes con una gran ilusión, esperaban a que llegasen a la altura de la calle donde ellos se encontraban, esos repartidores no solo de confeti, música, peluches, juegos y de caramelos, sino que eran capaces de dejar “boquiabiertos”  y “ojipláticos” a toda la chiquillería que se arremolinaba en torno a cada carroza de las que componían el cortejo de la llamada “cabalgata real de la ilusión” y cuando se acercaban la de sus Majestades: Melchor, Gaspar y Baltasar se multiplicaban los gestos de ilusión y de esperanza en que dentro de  pocas horas, esos mismos Reyes que estaban viendo, pasarán por su casa o piso, y que con el arte de magia que le es propio, dejarán todos esos regalos, juguetes, libros, ropa… que en sus inocentes cartas les han solicitado.

Han pasado, en nuestra ciudad, volando en globos aerostáticos, lo que ha hecho que quienes los han visto, hayan tenido que mirar al cielo, y pensar que a esa altura es hasta donde han volado sus deseos.

Noche de Reyes, será ésta noche como lo ha sido siempre, porque a pesar de las dificultades, todos la recordarán, mañana al levantarse, como la noche en que los Reyes Magos les han traído los regalos, la noche de la ILUSIÓN.

 

PRIMERO DEL 21.-

No es difícil titular hoy este escrito. Empiezan los nuevos 365 días que han de dar la vuelta a la situación tan extremadamente difícil que estamos viviendo, o al menos eso es lo que todos y cada uno de nosotros necesitamos creer.

Ya estamos bastante hartos de ver que a pesar de las limitaciones que nos ponemos tanto en las reuniones sociales, como en las salidas a lugares públicos, a pesar del continuo respirar con mascarilla, de dejar distancia suficiente entre unos y otros en cada una de las acciones que realizamos, del continuo lavado de manos y a pesar de poner en práctica todo lo recomendado, vemos con estupor que los contagios no paran, al contrario, siguen aumentando y con ellos, las hospitalizaciones y los ingresos en las Ucis.

Pero también está ya muy cerca la posibilidad de vacunación generalizada, esa que nos dará la inmunidad que deseamos para poder afrontar con cierta tranquilidad esa nueva “ola” que se anuncia, del virus ya mutado y más contagioso aún.

Año 2021, año de la ilusión y la esperanza. Así podríamos titularlo. Ya se han vacunado los primeros españoles, los más castigados, los más necesitados de protección: nuestros ancianos, nuestros mayores, esos que ya han superado otras pandemias incluso otras guerras. Junto a ellos, los que se encargan de su cuidado, si están en residencias. Algunos síntomas de efectos secundarios han aparecido en los vacunados; poco notables parece ser y no más graves de lo que cualquier vacuna puedan acarrear.

Empieza el año de la felicidad, la que nos produciría el sabernos libres de esta “Espada de Damocles” que hoy nos amenaza.

Primero del 21, hoy es un post lleno de pensamientos positivos y sueños. Como para todos, espero. ¡Vamos a por ellos!