domingo, 30 de agosto de 2020

ACABANDO AGOSTO.-

Pues sí, agosto (que pudiera llamarse “agusto”) se está acabando, hoy es su último domingo y es cuando en años anteriores, se producían las grandes retenciones de entrada a ciudades como Madrid o Barcelona, pues era el día señalado para poner fin al esperado y disfrutado ocio anual; ese que permitía por unos días, olvidarnos de la monotonía que imponía el trabajo diario, la aceleración y el estrés, y la necesidad de cumplir unos horarios compartimentados y sin posibilidad de cambiarlos pues todo es un engranaje que si en algún momento algo cambia, hace cambiar todo. Pues bien, eso que era lo habitual, no parece que sea lo que vaya a producirse hoy pues la costa, en toda su extensión, ha estado más vacía que de costumbre y las aglomeraciones no se han visto tanto como en años anteriores. Los fines de semana sí han traído a más bañistas pero tampoco como en las cuantías de años atrás. Así pues, tocará hacer un balance bastante negativo para recordar de este verano del  año dos mil veinte (hay por la red circulando  que se va a llamar dos mil vientre, por lo poco que hemos salido a la calle y el correspondiente engrosamiento de nuestros vientres por la falta de ejercicio) Aunque como el refranero dice, “no hay mal que por bien no venga”, y esperemos que este año sea cierto y haya menos muertos en carretera por accidentes de tráfico.

viernes, 28 de agosto de 2020

¡ARRIBA…QUE PUEDES!.-

Creo que es una buena “muletilla” para que continuamente la tengamos dando vueltas por nuestra cabeza. En estos tiempos raros, lo mejor es tener siempre esa frase en mente. No debemos dejarnos caer en el pozo que sería volver a pensar a diario en la posibilidad de que de nuevo nos tuviéramos que encerrar en nuestros hogares otros cuarenta y cinco o sesenta días. No, eso no va a pasar aunque a  la vuelta de la esquina, Septiembre nos traiga de nuevo a los puestos de trabajo en forma presencial y el abrir de  forma masiva los colegios y demás centros de enseñanza, aún a sabiendas de la dificultad tan enorme de hacer que los alumnos cumplan la regla de las “3 EMES”: lleven mascarilla todo el rato y que se laven las manos a menudo, pero sin duda lo de mantener las distancias sea lo más difícil, pues no hay forma humana de albergar a 25 alumnos en una aula de unos 50 metros cuadrados máximo y dejando un metro y medio de distancias entre cada alumno e incluir los pupitres junto con el profesor y su mesa . Por supuesto lo de dar clases en los espacios abiertos, es un brindis al sol, pues cuatro gotas de agua o bien 35 grados de temperatura darían al traste con ello y solamente podría ser una solución muy transitoria y en momentos puntuales. Aun así, hay que repetir eso de ¡arriba…que puedes! El refranero siempre sabio, ya nos dice, que “al mal tiempo buena cara” y que “la esperanza es lo último que se pierde” y es por ello que nuestro pensamiento positivo ha de presidir cada día, ese día que a veces resulta tan adverso, pero en el que hay que recordarnos eso de ¡arriba…que puedes! Y continuar con lo que habitualmente cada uno de nosotros haga o tenga que hacer. A por los días, cada día.


miércoles, 26 de agosto de 2020

VUELTA A LOS RECUERDOS.-

Ya no sé yo si es que uno con el paso de los años, tiene más ganas de recordar cosas o que al estar más tiempo  metido en casa con esto que tenemos encima, también tenemos más tiempo para pensar en las cosas pasadas. Sea como sea hoy me ha venido a la cabeza, al levantarme, desayunar a la antigua manera y volver a deleitarme con unas sabrosas “rebanás fritas” ahogadas en agua sal. Estoy convencido de que muchos de vosotros apenas recordáis aquellos años en los que era un desayuno muy generalizado y con el que se permitía no tener que tirar pan que sobrase de un día para el siguiente  pues se hacían con él “rebanás” (llamarles rebanadas sonaría a cursi) y a la mañana siguiente, se freían en un buen aceite de oliva virgen y a poder ser extra, y al sacarlas de la sartén, se bañaban en un plato que tenía agua a la que se le había añadido una cantidad considerable de sal y removido hasta su total disolución para una vez bañadas, ponerlas sobre un plato llano y espolvorearlas de azúcar para acompañar a un buen vaso de café con leche. Lo del espolvoreado de azúcar era una opción, pues también sin ella estaban para chuparse los dedos. Incluso solo fritas sin necesidad de mojarlas en agua sal también se tomaban, todo era adaptarse al sabor que a uno más le gustase y convertir cualquier desayuno en un auténtico mangar. Por cierto que también se podían hacer con el pan de ese mismo día ¡eh! Sólo con pensarlo ¡me están entrando ganas de volver a freír alguna! Pero como es ya por la tarde, me acuerdo de otro “rey” de las meriendas de la época, el “joyo de aceite y azúcar” con su jícara (o también llamada onza en otras partes) de chocolate. Ese sí que no podía faltar antes de irnos a jugar el partido de futbol de cada tarde. Aquél chocolate cuyas onzas o jícaras si se las tiraba alguno a la cabeza de otro, les hacía chichón cual de si una piedra se tratase, de lo duras que estaban. Esos desayunos y meriendas no estaban basados en la bollería industrial de hoy, esos eran…otros. Y es que hoy voy de recuerdos.

lunes, 24 de agosto de 2020

JUVENTUD.-(I)

Hoy contaré que están siendo centro de las críticas sobre el aumento de las cifras de contagiados y de como la estadística ha hecho que la horquilla de edad a la que más ataque ahora sea menor que la primera oleada y deben ser estos grupos más jóvenes los que ahora han de poner más medios.Se les culpabiliza a ellos y se habla de la juventud como si fuesen ellos los únicos culpables de lo que está pasando, olvidando que las generalizaciones, en todo, no son la mejor forma de establecer encasillamientos de personas. Ni todos los hombres son iguales,  ni todas las mujeres son iguales, ni todos los jóvenes son iguales. Dicho esto y dejando bien claro que no podemos agrupar a nadie solo por su edad, es cierto que se va uno dando cuenta que los más jóvenes, como cuando nosotros lo fuimos, son más propensos a llevar la contraria  a las normas que les vienen impuestas y sentirse (falsamente) con ello más realizados como seres mayores, más dueños de su propia vida y de sus propias decisiones, sin importarles que lo que se están jugando en esta ocasión va más allá de los límites de sus derechos y atacan con sus actitudes los derechos de los demás, poniendo en juego acontecimientos que están demostrando tener muy malas consecuencias y que son difíciles de frenar en su avance. Son habituales grupos de más de 10 jóvenes formando  corro, de pie o sentados, pero en los que las mascarillas les sirven como barboquejo para las ideas de diversión que poseen y  las ganas de comunicarse entre ellos. Y lo hacen sin importarles si en el grupo hay algún asintomático y contagiando  porque para ellos, es algo difícil de entender, que por estar un rato con sus colegas puedan resultar contagiados y llevar a su casa, al (hoy por hoy)  enemigo público número uno, al asesino silencioso en que se ha convertido este virus letal contagiando a su vez a los que con él conviven.

POR FAVOR, jóvenes ¡poneos las mascarillas también vosotros! Recordar que es mejor una mascarilla que un respirador hospitalario.

domingo, 23 de agosto de 2020

SE ACABAN.-

Ojalá sea pronto el titular de que por fin los contagios se acaban, pero como no es así aún, hoy me voy a referir a las REBAJAS que en todos los comercios hemos tenido estos dos últimos meses, pero que parece ser que este año han servido para poco. Las asociaciones de comerciantes se quejan de que este año no se ha vendido ni la  mitad que en otros años y la verdad es que así será pues, no se han visto aglomeraciones en las tiendas, ni creo incluso que haya habido muchas ganas de comprar por parte de una clientela que asustada y muy recluida, ha sido reservada y no ha acudido al menos, a ver, cosa que otros años era lo habitual y clero está, una vez que estás viendo, algo encuentras que te guste y por tanto, algo compras aunque no sería la primera vez que alguna cosa de las compradas llegan al año siguiente con la etiqueta aún pegada a ella, pues otra cosa que  también tenían las rebajas era la compra para el “por si acaso…”. Sea como sea, este verano no ha habido mucho ánimo  para realizar sobretodo compras de ropa, pues muchos han pensado que si el confinamiento nos ha estado amenazando continuamente, para qué comprar, si al fin y al cabo, estarías más tiempo en casa que fuera de ella, incluso si no había ni que ir al trabajo porque se realizaba telemáticamente y si se usaba la videoconferencia, con una camisa y una corbata o más relajadamente, con  una camiseta se podía realizar. No, no ha sido año de ventas, no ha sido un buen año para los negocios y comercios, que han perdido gran parte de sus ingresos anuales, que en mucha medida, provenían de sus REBAJAS en los precios de sus artículos, en los que en vez de ganarles un 200%, con un 40% también se arreglaban. Pero aun hoy, y durante esta última semana de agosto, se pueden encontrar algunas gangas (que no sean ni artículos defectuosos ni con taras) en las rebajas, por lo que quien tenga pensado acudir, que se dé prisa, porque SE ACABAN.

viernes, 21 de agosto de 2020

CITAS PREVIAS.-

SI ALGO ha traído esta pandemia, ha sido la facilidad que han tenido todos los organismos públicos para liberarse de las colas de personas que cada día iban a esos organismos. Solventar cualquier problema que se tuviese con la administración,  requería la presencia física del ciudadano que a su vez tendría que madrugar para que en la cola (¿quién es el último?) que se formase, no estuviera muy atrás y quizás no pudiese resolver el problema ese día y tuviera que volver al día siguiente. Eso se ha quitado de un plumazo, se ha inventado esa “CITA PREVIA” sin la que es imposible que te atiendan, aunque vayas en persona  y haya varios funcionarios sin atender a nadie, si no tienes cita previa, no se te atiende, Vale, pues eso que parece que está bien a priori, se convierte en un gran problema, si se intenta obtener esa “cita” a través de las dos vías que se dan opcionales para ello. Si se intenta vía telefónica, aparte de tener que llamar generalmente a un teléfono de facturación especial, es decir, no gratuito, suelen deleitarnos con conciertos musicales interminables, acompañados cada algunos compases con la ya consabida frase de: “todos nuestros operarios están ocupados, rogamos permanezca a la espera, será atendido a la mayor brevedad posible” o aquella otra que te indica : “el tiempo actual de espera es de 5 minutos” (en el mejor de los casos) y que en la mayoría de las veces, acaban por cortar la comunicación automáticamente por lo que debes empezar el proceso de nuevo.  La vía Internet (que será para la gente más joven pues no todos los mayores tienen Internet) tampoco es para obtener grandes resultados pues, has de ir realizando paso a paso varias cuestiones que se plantean y que casi has de trabajar en ese organismo para contestarlas a todas y cuando el proceso se está acabando, surge la ventana que indica que para ese día o para esa hora o para ese trámite no hay “cita previa en estos momentos, inténtelo pasados unos minutos” por lo que también has de empezar de nuevo el proceso.Es como si el mantenimiento de esas páginas web, no se actualizasen y están todavía en periodo de pruebas.A ver cuando se pone una página web de “cita previa para conseguir citas previas”. Lo dicho: “ todos nuestros operarios….”

martes, 18 de agosto de 2020

A LA VUELTA, SEPTIEMBRE.-

 Cualquiera lo diría pero de nuevo ya casi llega Septiembre, el mes de los colegios, el mes que debería dar paso a la normalidad de toda la infancia y sin embargo, dista mucho de ser así. Deberían estar dándose ya los pasos necesarios para que los centros educativos estén medianamente preparados para recibir a sus alumnos, ¡si los van a recibir!,  pues no se improvisa nada frente a un virus si lo que queremos es vencerle o al menos mantenerlo a raya. Quizás, sea un iluso al igual que muchos padres que esperan noticias sobre esa vuelta al cole, de cómo se hará, de qué medidas aparte de lavar las manos o desinfectar las instalaciones y obligar al uso de mascarillas se van a tomar, y si esas medidas que se tomen serán suficientes (que no lo son bajar la ratio a la mitad y que unos bajan por la mañana y otros por la tarde) o quizás la realidad, a lo que nos aboque, sea a que las clases no puedan empezar sino es por métodos de tele-enseñanza, de intentar que todos los alumnos tengan un ordenador al que conectarse durante algunas horas y realizar una serie de trabajos, que estarán  colgados  en la red para que los vayan realizando en la medida de sus posibilidades y conocimientos. Y como  existe el refranero y casi nunca se equivoca en sus sentencias, hay uno que dice: “cuando las barbas de tu vecino veas rapar, pon las tuyas a remojar” o lo que traducido a la realidad de hoy, cuando veas que algo está pasando a tu alrededor, ponte en guardia porque llegará a afectarte a ti también. ¿Y por qué lo uso hoy? Pues porque Alemania, comenzó sus clases la semana pasada y cuatro días después  se ha detectado que, el virus, ya estaba  matriculado y asistía a las clases de al menos nueve colegios sólo en Berlín. En definitiva, pocos días quedan, pero se ha de tomar ya una determinación politico-administrativa por muy drástica que sea, para que no lleguemos tarde como, llegamos en Marzo (parece ser que algunos opinan así) y que cada familia pueda ya programar su “realidad”.

lunes, 17 de agosto de 2020

ANTIGUA INFANCIA FEMENINA.- (Las muñecas)

 Como la lógica hacía esperar, después del post dedicado a la infancia masculina de hace más de 50 años,  el dedicado a la infancia femenina era el siguiente que debería escribirse y así paso a hacer (con mis disculpas por adelantado si se aprecia algún error,  pues hablo por referencias y no por propia experiencia, aunque en honor a la verdad he de decir que alguna que otra vez, participé con alguna amiga mía en sus juegos)  ¿Quién cuando era niña no jugaba a las casitas? Para jugar sola o acompañada era el juego preferido.  O ¿quién con una muñeca y un cochecito (carrito de bebé) no se imaginaba todo un mundo de fantasía paralelo a las escenas cotidianas que se vivían día a día?. Rebuscando en el armario se encontraba lo más deseado: los tacones de mamá que junto  con su barra de rojo carmín y, con suerte, un bolso antiguo o que ya no se usaba, componía todo el atuendo perfecto para el momento. ¡Todo preparado para ir al médico!, coger a la muñeca y con su carrito llegar a la consulta donde tu amiga o tu hermana o tu vecina…atendía como doctora a las dudas o inquietudes que sobre el bebé se tenían: “este jarabe de fresa le calmará la tos y esta inyección (que no duele) le quitará la fiebre y el dolor de garganta”. Lo de jugar a médicos y pacientes…vendría años después.  Pero tampoco faltaba el día en que  imitaban  a la maestra-o, eso era lo más divertido y lo que permitía hacerse pasar por alguien que todo lo sabía y que a todos les enseñaba. Las niñas de la época, tenían la capacidad de llevar las situaciones de la vida real a ese mundo fantástico en donde eran las dueñas y verdaderas artífices de lo que en él acontecía y que en ocasiones obligaba a algunas  familias a un cambio de actitud de los padres que veían otra forma de construir la realidad que les rodeaba.  La infancia, ese mundo de realidad hecha fantasía o quizás ¿esa fantasía hecha realidad?

domingo, 16 de agosto de 2020

ANTIGUA INFANCIA MASCULINA.- (El fútbol)

No voy a intentar analizar la infancia que tuvimos algunos hace ya más de unos 50 años, con la que actualmente están viviendo en sus 8 a 12 años y mucho menos para intentar hacer comparaciones que nos lleven a sacar un calificativo de mejor o peor para una u otra. Solo pretendo recordar la antigua, aquella que pasó hace mucho tiempo (siempre el tiempo es relativo) pero que aún sigue presente en los corazones de quienes la vivimos, pues con los recuerdos se acumulan las diferentes etapas de nuestra vida.  A nadie hay que recordarle que en nuestra época  no existían las maquinitas ni mucho menos los móviles que hoy abundan, por lo que nuestra infancia transcurrió sin esos inventos tan actuales y que tanto ayudan con los juegos de hoy. En nuestro tiempo, los juegos eran más físicos y manuales,  menos digitales. Nuestro campo de juegos no era otro que la propia calle,  por la que los pocos vehículos que pasaban  lo hacían sabiendo de nuestra existencia en medio de ella, por lo que extremaban sus cuidados y velocidad  para que  nadie se llevase un sobresalto  y para que todos pudiéramos compartir esa zona. Es verdad que los que se criaron en pueblos tenían más opciones de expandir sus campos de juego ocupando no solo la calle propia, sino que cualquier sitio era ideal para practicar el deporte rey, que ya por aquel entonces lo era. Servían para ello las eras que circunvalaban el pueblo y cuatro piedras hacían de postes  para las porterías, lo demás, correr sin ningún tipo de calentamiento ni entrenamiento e intentar dar la patada que consiguiese el último gol, el  gol que hiciera ganador de ese día a uno u otro equipo. Los goles eran acumulativos, en no sé qué tipo de campeonato al que jugábamos y que nunca acababa sino que continuaba al día siguiente con los jugadores que ese día apareciesen, no había trofeo, solo se jugaba por la “honrilla” de quedar ganador.  Era el juego que nos ayudaba a lograr una meta: caer rendidos por la noche en nuestras camas y descansar de aquel ajetreado día.

sábado, 15 de agosto de 2020

¿CUENTA ATRÁS DE NUEVO?.-

Bueno pues ya llevamos medio mes de Agosto, estamos en ese día tan señalado antes en la antigua normalidad, el día de la Virgen de Agosto (día de la Asunción). Era un día de grandes romerías, de verbenas y de algarabía en muchísimos  pueblos de nuestra geografía pero hoy tan poco celebrado o mejor dicho, nada celebrado como consecuencia de las medidas restrictivas a las que nos está obligando de nuevo este mal bicho que hoy avanza por las calles de nuestras ciudades como si de un triunfador guerrero se tratase. La pandemia parece no estar dispuesta a dejarnos tranquilos en una gran temporada y nos sobresalta cada noticia que sobre ella oímos, pues lejos de tranquilizar por avanzar hacia su solución, aumentan las cifras de víctimas y de heridos por ella. Estamos de  nuevo haciendo una cuenta atrás y algunos lugares ya han pasado a fases de mayor restricción y reclusión. Esta cuenta atrás no era la que se esperaba en los meses de Septiembre u Octubre sino que se ha adelantado y nos ha vuelto a pillar por sorpresa llevándonos a situaciones extremas en muy pocos días y haciéndonos pensar que, a pesar de tomar medidas higiénicas y de distanciamiento social, parece que no damos con la tecla de cómo frenarla y ahora probamos con una nueva medida, la de prohibir fumar en espacios públicos (una medida que nos retrotrae al año 1.988 : https://www.boe.es/eli/es/rd/1988/03/04/192) ¿y si entonces ya hubiésemos dejado de fumar todos?  Sea como fuere, hoy 15 de agosto, estamos de  nuevo en cuenta atrás… O ¿es en vuelta atrás?


jueves, 13 de agosto de 2020

NOCTURNIDAD.-

Ahora que estamos más tiempo metidos en la casa por una parte debido al Covid y por otra, casi en  mayor medida, debido a las altas temperaturas que este verano nos está dejando, es cuando más necesitamos de esa tranquilidad y de esa quietud y calma que nos brindan las calles de nuestra ciudad pasadas las horas en las que es más habitual pasearlas. Es una verdadera satisfacción la que se siente al andar el silencio de la noche bajo la tenue luz de las farolas que por las estrechas calles nos acompañan. El barrio de la judería, se caracteriza por eso: calles estrechas, tenue luz amarillenta, paredes blancas y engalanadas con macetas de gitanillas y geranios y de otras que dejan expandir sus olores a jazmines, diamelas, damas de noche...La noche como momento idóneo para pasear y disfrutar de esa necesaria introspección para finalizar un nuevo día reconciliando el ajetreo de las soleadas horas, con la serenidad de la selénica noche. Disfrutar sin otro fin ni objetivo que el de dejar sentir a los sentidos que mejor nos muestran la realidad: la vista, el oído y nuestro olfato. Sólo el tener que usar la mascarilla (más que obligatoria, necesaria para preservar nuestra salud) hace algo menos agradables esas sensaciones. Seguro que muchos estaremos dispuestos más de un día a hacer realidad esos paseos con nocturnidad. Y recordemos que la Judería, el Puente Romano, el entorno de la Calahorra, la Ribera, la Plaza del Potro, la Plaza de la Corredera, el Templo Romano, las Tendillas , esperan nuestros paseos.


lunes, 10 de agosto de 2020

PANES.-

Yo recuerdo que cuando niño, (como salía a las 12.30 de la escuela, ¿recordáis?) mi madre me mandaba a veces a comprar el PAN, era algo fácil pues llegabas a la panadería y pedías “una telera y 4 vienas” y tras ponerlas en esa bolsa de tela (talega) que todo el mundo llevaba para comprar el pan y que no era fácil confundir con otra  porque ocupando todo el espacio de uno de sus frontales ya ponía bien claro cuál era su uso “PAN” y en el otro frontal, bordado o bien pintado a modo de serigrafía inconfundible unas piezas de  pan dibujadas dentro de una canasta de mimbre. Volvías a casa sabiendo que ese día todo el mundo comería el pan de cada día. Las teleras y las vienas junto al pan de cantos o al medio pan, eran las clases de piezas que podías comprar. Hoy, las cosas han variado un poco y si alguien ha de ir a comprar pan, en primer lugar sabe que no es necesario ir a una panadería, pues hasta en una gasolinera puedes comprarlo, y en segundo lugar pero no menos importante llevar una lista de deseos pues, hay tantos tipos de pan como gustos puede haber y abundan y están de moda aquellos que se hacen con otras semillas que no son de trigo y su harina, y encontramos de lino, de centeno, de espelta, de maíz, de soja, y que según su elaboración pueden haberlos también de payés, de mollete de Antequera, pan candeal, de chapata, integral, de especias, baguette… En definitiva, que hoy hay donde escoger y que el producto estrella de la mesa a la hora de la alimentación, se ha diversificado tanto que cada  uno de nosotros puede encontrar el que más le guste, aunque los que ya estamos acostumbrados a la telera y a las vienas cada vez tenemos más difícil comprarlas pues “la baguette” precocinada y congelada se ha adueñado del mercado, rápida y económica llegan a verse letreros de hasta 5 baguettes por 1€. Y en otros muchos hogares hoy el pan, se ha desdeñado de la oferta culinaria en aras a la conservación de la silueta y de la dieta. Y ahora volvemos a oír noticias sobre que el pan debe ser el elaborado con masa madre (mezcla de harina y agua a la que se deja fermentar por las bacterias y los  microorganismos presentes en el aire por un tiempo mínimo de 12 horas. Volveremos al pan de lenta fermentación y elaboración artesanal.


viernes, 7 de agosto de 2020

HIJOS.-(I)

Estábamos tomando una cerveza, como casi es ya habitual, a medio día de hoy mi amigo J.L. y yo y entre los diversos temas que solemos sacar a relucir (de los que hablamos), surgió la charla sobre nuestros hijos y el difícil mundo que les ha tocado vivir para salir adelante, para encontrar trabajo, para poder sustentar sus hogares y de cómo tienen que soportar a veces, más de lo que debería ser razonable para un trabajador cualquiera. La actual sociedad competitiva y de excesiva “titulitis”, ha hecho que tengan que demostrar por activa y por pasiva su valía, sometiéndose casi a diario a una evaluación rigurosa de sus obligaciones y de las no son sus obligaciones a las que también han de hacer frente si quieren conseguir el objetivo de mantener su empleo para poder cobrar su sueldo y hacer frente a los innumerables pagos que se acumulan mensualmente. Esta generación de nuestros hijos, no ha tenido ningún reparo en saltar las fronteras de nuestro país e ir a buscar el trabajo allí donde lo había. Son una generación preparada, con conocimientos más que sobrados y con una educación extraordinaria, capaces de adaptarse y comportarse con igual discreción en una recepción de embajada como un una tasca de cualquier barrio. Trabajan como si el día no tuviera horas y acumulan montones de “horas extras” no pagadas pues no están contempladas en su horario laboral, pero sí que están realizadas a costa de su horario familiar, o de su necesario horario de ocio. La parte empresarial exige resultados y la parte laboral ha de lograrlos y para ello, cumple.                 Hijos que son el orgullo de sus padres que ven como han logrado desenvolverse en el fagocitador mundo laboral que les ha tocado vivir y en el que a veces, hasta los contratos se realizan por horas, incluso aquellos que son ofertados por organismos públicos. Una sociedad que vive acelerada y unos hijos que aceleradamente también se han hecho mayores. ¡Anda ya! Los que nos hemos hecho mayores somos nosotros J.L., comenté con sorna y acabamos nuestra cerveza entre recuerdos y risas.

jueves, 6 de agosto de 2020

SUBVENCIÓN YA ¿NO?.-

Esa palabra tan de moda últimamente, es hoy el tema de mi post. No estoy en contra de las subvenciones, (solo de algunas de las muchísimas existentes pero que no voy a detallar).  SI creo necesaria  una muy especial y que cada año se va haciendo más imprescindible, debido al ya, más que reconocido por todo  el mundo, cambio climático existente. Es el aumento de temperaturas tan desproporcionado que nos está haciendo en estos meses de verano el que obliga a los hogares del sur de España a gastar mucho más en la factura eléctrica del hogar familiar de lo que lo hacía años atrás y que resulta mayor esfuerzo  económico  que el que realiza una familia del norte por combatirlo.SI, me refiero a ese bien tan preciado como necesario en nuestra tierra, al AIRE ACONDICIONADO, pues solo gracias a él soportamos las temperaturas de hasta 44 o 45 grados de día y que no bajan de los 28 o 30 por la noche, lo que hace poco menos que impensable un sueño reparador que permita al día siguiente acometer de nuevo el soponcio y suplicio de toda una jornada de trabajo para muchos operarios que la realizan en la calle, al aire libre y no en oficinas o comercios con potentes y agradables (por necesarios) aires acondicionados. Este verano, ya está pasado, me dirán algunos  y puedo compartirlo porque ya mismo llegaran las primeras lluvias y con ellas, refrescará la atmósfera seguramente y dejemos de recordar esos calores pasados, pero si este año no ha podido ser, OJALA,  se empiece a estudiar por parte de quien corresponda, un tipo de SUBVENCIÓN o de rebaja a la factura de la luz, pues no es ya un lujo tener A.A., más bien es ya necesidad general y ante ese problema de excesivo gasto familiar, la ayuda estatal vendría muy bien. Que no pase con esto como con los colegios a los que nos ha costado más de 20 años de espera su climatización. SUBVENCIÓN YA ¿NO?    El enlace de hoy a la OMS.

https://www.who.int/globalchange/publications/heat-and-health/es/


miércoles, 5 de agosto de 2020

VISITANDO MONUMENTOS.-

Este estado de relax y calma que te da el estar sin un trabajo que te ocupe gran parte del día (JUBILADO) hace que tengas muchas horas para dedicarlas a aquello que verdaderamente querías hacer hace tiempo pero que por motivos laborales no podías, o que por irlo dejando aparcado, se ha acumulado en el tiempo y ahora es el momento de dedicarte a ello, me refiero a la visita a todos los monumentos que todas las ciudades de España poseen, por no referirme sólo a mi ciudad, en la que existen una gran cantidad de ellos.
Quizás no sean estos días los más propicios para ello, debido a las altas temperaturas que nos acompañan, pero tampoco es menos cierto que es todo un lujo y un placer poder hacerlo ahora que el turismo extranjero escasea en nuestra ciudad. Ir a un museo, visitar las ermitas, pasear Medina Azahara o acabar disfrutando de la quietud y la majestuosidad de las casi incontables columnas que sustentan los dobles arcos de nuestra colorida Catedral y cada uno de sus espacios, desde la originaria basílica visigoda de San Vicente, a la parte inicial de Abderramán I, la ampliación de Abderramán II y III, de Alhakén II y la de Almanzor , muestran con tranquilidad ese espacio monumental y silencioso, que se presta al menos a la meditación, si no al rezo. Su Capilla Real o la de los Villaviciosa, junto a la Capilla Mayor, nos hace descubrir un inmenso trabajo de esculturas y bajo relieves únicos y de los que poder contemplarlos de cerca, sin prisas, sin aglomeraciones, son poco menos que un lujo al alcance estos meses, de los cordobeses. Su campanario es un buen lugar para divisar toda la ciudad y el Patio de los Naranjos un buen espacio para descansar, antes de volver a buscar un nuevo sitio donde disfrutar y donde echar la vista atrás, que ahora que lo pienso, también puede ser el Museo Arqueológico. Otro día, le tocará al Palacio de Viana. Te dejo enlace a la web oficial de la Catedral.

lunes, 3 de agosto de 2020

¿SALVANDO AL TURISMO?

Que este año el turismo se ha hundido en nuestro país por culpa del coronavirus es algo que nadie pone en duda. Los llamamientos a que seamos este año los españoles los que salvemos de la hecatombe el negocio llegan de todos los lados posibles (gobiernos central y autonómicos, confederaciones de empresarios de la hostelería, ministros del ramo, agencias de viajes…) En algunos países europeos, se están empezando a poner en marcha ayudas para que se reavive este sector. Este fin de semana, me he querido acercar a la playa y pasar allí los dos días. Para empezar, quise reservar un hotel en la costa esos dos días, pensando que sería fácil pues no hay el turismo de otros años, pero se ve que todo el mundo había pensado lo mismo para ese fin de semana y fin de mes, pues era una odisea encontrar en las páginas habituales de búsqueda, alguno que estando cercano a la playa tuviera disponibilidad y  también un precio asequible a un sueldo medio español, era lo deseable para ayudar a levantar algo el sector turístico; pues ya digo, nada más lejos de la realidad. En los que había disponibilidad, los precios eran poco menos que exagerados y nada de económicos para ayudar a que el “turista español” pase unos días ayudando al resto de trabajadores de ese castigado gremio. 
El turismo, manteniendo los mismos precios o superiores a los de años anteriores e intentar que sin que vengan los de otros países europeos se va a obtener algún éxito, pienso (y seguramente que esté equivocado) que no es el camino más idóneo y que si se bajasen los precios y se hicieran más asequibles al sueldo medio actual y a la situación difícil por la que atravesamos sería más provechoso para todos y en verdad se podría “intentar salvar parte de los trastos” y no se haría tan duro lo que poca solución tiene ya a estas alturas de la temporada. Por cierto, un gran aplauso para los magníficos  profesionales que se desviven por hacernos más agradable nuestra estancia en los sitios vacacionales.