domingo, 27 de septiembre de 2020

DERECHOS Y COVID.-

A veces resulta complicado compaginar los derechos, las libertades y las leyes que los amparen. Esta pandemia está haciendo que haya grupos intentando  que el uso de la mascarilla y que la distancia social se conviertan en objeto de contradicción y debate, extendiendo así la duda sobre la legalidad enfrentada con la libertad. Es harto complicado poder explicar donde podríamos poner los límites a esta disparidad de criterio. Igual que es muy difícil marcar zonas de confinamientos o sitios a los que restringir las entradas y  los horarios de uso y de cierre de lugares comunes. Este VIRUS, nos está haciendo reflexionar sobre  muchas cosas pero sin duda, la principal, es que nos está obligando a que cada uno de nosotros seamos lo más consecuentes con la realidad que nos afecta y  capaces de ponernos los límites a nuestra actuación diaria. Es hora de que pongamos, de “motus propio”, todas las medidas y todas las acciones que podamos realizar para poder mantener controlado al covid, al menos, hasta que las autoridades sanitarias (que no las políticas) anuncien  que existe una eficaz y universal vacuna que es capaz, no ya de matar al virus que seguirá existiendo a pesar de la vacuna, sino de que sea capaz de hacer que sus efectos dejen de ser mortales y no añadan más sufrimiento al mundo. Cada  uno de nosotros es un soldado para esta lucha contra esta pandemia. Nuestras armas, son sencillas: Mascarilla, manos limpias y metro o más de seguridad aunque se nos  olvida la más importante quizás: PRECAUCIÓN, que es algo más que las normas básicas de higiene.

viernes, 25 de septiembre de 2020

…Y TOMAMOS UN CAFÉ!.-

Nos puede resultar extraño pero parece ser, que después del agua, el líquido que más consumimos es el café, bebida que, con sus beneficios (que son muchos) y sus perjuicios (que también  los tiene) se nos brinda como asesor rápido y eficaz en diferentes ocasiones. ¿Quién cuando comienza el día, no acude a una buena taza de café, quizás  para suplir esa falta de  sueño y conseguir la energía tan necesaria para realizar sus actividades del día a día? Un café en la sobremesa, a veces, se convierte en la excusa indispensable para alargar el momento y disfrutar de una charla agradable con los que nos acompañan…Una cita, una “quedada”, un encuentro deseado o tal vez fortuito e inesperado… todo ello gira en torno a “tomamos un café y hablamos”. Los minutos de descanso en el trabajo para tomar un café se convierten en un buen momento para empatizar con los compañeros y continuar con ánimo el resto de la jornada. Y ¡Cómo no decir que es el “inseparable compañero” del estudiante en las largas y agotadoras noches de estudio!  Hemos de reconocer que además de ser un delicioso placer, el café se convierte en muchas ocasiones, en elemento de unión o nexo entre las relaciones personales.



jueves, 24 de septiembre de 2020

VERANILLO.-

Se acerca el último fin de semana de septiembre y dos día después la onomástica de San Miguel y, como no podía ser de otra manera, el famoso dicho del “veranillo de San Miguel”. ¿A qué nos referimos con ello? Pues no es difícil de comprender que con esa expresión todo el mundo entiende que tras unos días de inicio de otoño que por lo general suelen ser fríos y lluviosos, acercándose esta festividad, suele haber un repunte de las temperaturas que incluso llegar a traer consigo un calor casi veraniego. Es lo que habitualmente viene ocurriendo desde tiempo atrás y por tanto es lo que debemos esperar para este año también. Ni siquiera este virus va a poder cambiar ese aspecto de la marcha de la naturaleza que tan acostumbrados nos tiene (reitero) a que tras un verano caluroso llegue un inicio de otoño frío y lluvioso; en algunos lugares ya tiempo de manga larga y paraguas, y que como si de un paréntesis se tratara, deja paso a una semana de nuevos cielos despejados  y temperaturas altas que nos obligan de nuevo a sacar la manga corta y  a esperar a que definitivamente el otoño con sus lluvias, vientos y fríos nos recuerde que entra una nueva temporada, esa tan temida por nuestros mayores, la que podríamos llamar “otoñovierno”, que suele ser estación complicada cada año para ellos con la llegada de los resfriados y las gripes que algunos no logran superar pero al que hay que sumar una nueva amenaza éste. Esperemos que todo quede en  lo que nuestro refranero también dice: “Mucho ruido y pocas nueces”. Sea como sea, yo hasta dentro de unos días no guardo mi ropa de verano y espero a que el “veranillo de San Miguel”  me la deje aún poner.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

CALLES DEL AYER.-

Cada día miles de personas pisamos las calles y aceras de los centros históricos de nuestras ciudades para desplazarnos de un lugar a otro de ellas. Cada día pisamos las calles, sin pararnos a pensar que estamos pisando por las mismas calles por las que años atrás lo hicieran otras cuantas generaciones de muy diferentes procedencias. Los que vivimos en capital tan transitada como lo es Córdoba, por la que han pasado las tres culturas: judía, musulmana y cristiana junto a civilizaciones como la íbera o la romana encontramos por doquier restos de esas civilizaciones y culturas anteriores a la nuestra, incluso cuando se construye en determinados espacios hay que tener muchísimo cuidado con los restos que aparezcan, pues a menudo pueden ser restos de una muralla o de una torre albarrana o una puerta de templo  o de un palacio o de un teatro o anfiteatro; aunque también podemos encontrar una columna o unas conducciones de agua o una cisterna de acopio para aguas pluviales. Por supuesto que las actuales calles y aceras no son las que eran antiguamente, pero sí es cierto que se encuentran sobre muchas de las que existieron tiempo atrás. En algunas ciudades de las que han obtenido el reconocimiento de “Patrimonio de la Humanidad” que les ha otorgado la Unesco, podemos pensar que así es y que así seguirá siendo puesto que las nuevas construcciones en ellas, hoy ni siquiera serán en los arrabales o suburbios de la época árabe (también ya sobreconstruidos hace tiempo), sino que ocuparán espacios muy distintos. Pero ello no ha de ser obviado y pensar que bajo las aceras que pisan nuestros pies antes han pasado millones de personas debería hacernos reflexionar sobre lo que nuestra cultura, nuestra civilización, nosotros, legaremos como recuerdo a las generaciones venideras y preguntarnos  sobre el tipo de ciudad que queremos pues de ella serán los restos que nos sobrevivirán. También nuestras actuales calles pasarán a ser calles del ayer.

viernes, 18 de septiembre de 2020

PAISAJE OTOÑAL ADELANTADO.-

El  martes 22 de septiembre es el día que tenía previsto llegar el otoño a nuestro país  y quedarse hasta el 21 de diciembre. Es lo que estaba previsto, pero no lo que ha ocurrido pues desde hace ya unos cinco días, los árboles han empezado a anunciar que ya estaba aquí la avanzadilla. Lo han hecho como siempre, con la caída de sus hojas, que poco a poco y ayudadas por el aire reinante, se han ido amontonando en esos espacios que todas ellas buscan como si de cementerio se tratase, apiñadas unas encima de otras, pasan a formar parte de un paisaje que  todo el mundo conoce por su apellido: “otoñal”. Como queriendo insistir en su presencia, también ha traído ya las primeras lluvias a  nuestros campos y ciudades, esas tan ansiadas, tan esperadas por unos olivos cuyo fruto empezaba a arrugarse por falta del necesario líquido elemento, que si bien no ha sido mucho, sí que al menos les ha venido a aliviar un poco su escasez. Este otoño adelantado nos ha hecho a su vez, mirar en el armario a ver si había alguna rebeca o jersey que poder ponernos en caso de bajada de temperatura, cosa también anunciada. Ahora, con este agua caída tal vez nos parecerá más fácil respirar a través de la mascarilla, pues pensamos que es más limpio el aire que respiramos,  digo parece porque como el dicho popular apunta: “no ha llegado la sangre al río”, pero seguro que esa sensación sí que la tendremos. O quizás sean solo las ganas que tenemos todos ya de vernos librados de ese inconveniente, aún a sabiendas que no será así en mucho tiempo y que con la llegada de las estaciones frías del año, se acrecentarán los resfriados y las gripes y el virus seguirá estando presente, por lo que las mascarillas, también formarán parte de este paisaje otoñal.



domingo, 13 de septiembre de 2020

VER PARA CREER.-

Parece ser que fue el mismo Jesucristo quien pronunció una frase similar al reprocharle a su apóstol Tomás que no creyese en su resurrección y que éste hubiese pedido  como prueba, poder “poner sus dedos en el lugar de los clavos y su mano en la lanzada del  costado”. Hoy, cuando se dice eso se quiere expresar también que hay cosas que aun viéndolas son difíciles de creer. Pues bien, a esa parte me refiero, a lo difícil que resulta creer que todavía se puedan reunir grupos de hasta más de 300 personas para celebrar una fiesta o un botellón y hacerlo sin mantener ningún tipo de protección contra el virus, ninguna de las que son obligatorias y de las que se están intentando que eviten el permanente contagio en ascenso que estamos incrementando. Sería fácil decir que es que no las conocen, que  no saben que hay que mantener la distancia mínima de metro y medio y que hay que ir con mascarilla, que ellos no han visto las noticias y que por tanto, no se han enterado. Sabemos que no es verdad, hoy ya, todo el mundo sabe que las reglas de las 3 emes, son necesarias más que obligatorias, que también son. No hay explicación, ni para eso ni para ir haciendo convocatorias por algunas redes sociales para realizar este tipo de fiestas. No sé qué puede haber de interesante o de estupendo  en ello pero sí creo que se deberían de anular ya ese tipo de reuniones, antes de que de nuevo nos veamos abocados a una vuelta atrás en lo conseguido y de nuevo la reclusión sea la opción para frenar el avance. Antes de que de nuevo las UCIs se llenen de pacientes y la sanidad vuelva a colapsar. Lo dicho “ver para creer”


viernes, 11 de septiembre de 2020

SEÑALES DE CIRCULACIÓN.-

No dejo de sorprenderme cada día con algunas de las noticias que nos llegan a través de los medios de comunicación. Hoy me referiré a esa que dice que la Fiscalía General del Estado ve culpable  “a las señales de tráfico por ser machistas”. La verdad es que hemos tardado un poco en darnos cuenta de ello, pues desde hace 52 años que se aprobaron para que toda Europa Occidental usase el mismo código (fue en la  Convención de Viena de 1968) y que nos han venido sirviendo para evitar accidentes, para ordenar la circulación por nuestras carreteras y calles  de las ciudades  y para su estudio a fin de superar los exámenes para la obtención del carnet de conducir, tanto para hombres como para  mujeres y así poder viajar en nuestro propio coche, sin necesidad de saber el idioma de la ciudad europea por la que nos movemos, solo interpretando el significado que tras la señal y su correspondiente  monigote se oculta. No es de recibo que estando ahora España sumergida en el conflicto sanitario por intentar superar la pandemia o al menos aliviar sus efectos (a veces mortales) y en la cantidad de dinero que ello conlleva, que hasta nos lo han de prestar desde Europa en cantidad de miles de millones, con un innumerable número de ERES pendientes de resolución, tratando de salir pronto de la crisis económica que nos ha afectado tanto y con la  temida expectativa de una vuelta a las escuelas, institutos o universidades y sus posibles consecuencias…dirijamos la atención  y el tremendo gasto que supondría a su vez, cambiar las diferentes y múltiples señales de la circulación en las que aparece un monigote que no lleva faldas y en la  mayoría ni pantalones, porque al ser monigote no deja de ser algo esquemático, algo que es un mero código visual. Ahora el enfoque ha de ser otro, como decía en mi post del pasado día 6. En fin, "cosas veredes amigo Sancho que farán fablar a la piedras"(y ya se sabe que no lo dijo D. Quijote aunque se le atribuya a él)

miércoles, 9 de septiembre de 2020

ARTE Y FILIGRANA.-

No deja de sorprenderme cada día, en mis paseos por la ciudad, la cantidad de arte  arquitectónico del que hacen gala algunas fachadas y  farolas casi de filigrana que por ciertas callejas se ven. Es fácil acabar la fachada de una casa o edificio de pisos, en arquitectura moderna, de forma plana y lisa y sólo con una rejería industrial de tubo cuadrado y algún pequeño remate, con persianas embutidas en tambor de plástico y puerta exterior de madera lisa con festón o zócalo de chapa negra; pero no es a ese tipo de fachada a la que quiero referirme hoy sino a la que en el pasado siglo se hacían. Fachadas en las que sobresalían unas balconadas en forma de semicírculos o de forma rectangular que hacían prolongar hasta el exterior intentando socializar la vida de ese interior particular y personal que cada dueño quiera darle a su hogar. Unas jambas y dinteles adornados con pequeñas figuras realizadas en bajorrelieve o añadidas a la construcción mediante pegado posterior añaden un punto más para la mirada inquisidora. Rejería de forja alternando la recta con la retorcida(o salomónica) y a la que se le añadían macollas y adornos forjados múltiples que le otorgaban empaque y señorío y finalizando con puntas de flecha o lanza de hierro fundido en la parte superior y soleras varias en la inferior. Junto a ello, las persianas la constituían unas grandes esteras de esparto que colgaban sobre el barandal de cada ventana, otorgando al interior de la vivienda ese frescor buscado durante el día de los calurosos veranos del sur. La puerta de entrada, de madera maciza y labrada o tallada a mano con una gran aldaba o llamador de bronce que bien podía simular a algún animal  o la más típica, de una mano que sujeta una bola. Si además, a esa fachada se le coloca una farola realizada también en un taller de forja y hecha con filigrana, hemos conseguido el objetivo de unir ARTE Y FILIGRANA.



lunes, 7 de septiembre de 2020

NO PENSEMOS MÁS.-

Vamos a tener que dejar de ir pensando en los problemas que a diario nos plantea el coronavirus y cómo se va ampliando su espacio de contagios. Ya, pensar solo sirve para que nuestro ánimo vaya decayendo y pueda llegar a afectarnos en nuestro espíritu y a nuestra forma de enfrentarnos a él.

Hoy me he levantado con ganas de andar y para ello me he calzado mis zapatillas y mi atuendo de deporte y me he salido a la calle. He pensado que antes de andar, debería llenar el estómago (que estaba vacío desde anoche) y para ello me he sentado en un bar a degustar un aromático y reconfortante café junto a una riquísima tostada de pan de chapata remojada por su correspondiente aceite de oliva virgen extra y aliñada con tomate rallado. Acabado el manjar y tras beberme un fresco vaso de agua, empecé mi trayecto. Poco a poco, sin prisas, saboreando también el transitar por las casi desérticas callejas por las que, inusitadas mascarillas andantes, cruzábamos nuestras miradas de tristeza por la situación; pero a la vez esbozando una invisible sonrisa de complicidad, esa que da el transitar por el mismo camino en una temprana hora. Un ¡buenos días! encubierto pero de muy fácil descubrir, parecía salir de entre los tapabocas y volar en todas las direcciones. El frescor matutino iba empezando a desaparecer y el sol se adueñaba a pasos agigantados de la mañana. Seguía mi ruta, pero ya deseando el regreso a casa donde poder refrescar con una ducha el resto de los “gramos” no perdidos en el paseo.

En fin, creo que durante el tiempo que hemos tardado en leer este post (al menos, ese rato) no hemos pensado en el  bicho ¿Verdad? Pues si así ha sido, eso era lo buscado.


domingo, 6 de septiembre de 2020

DE LO NECESARIO Y LO SUPERFLUO.-

No trato de establecer en este escrito ningún tipo de prioridades entre ambos adjetivos, pero si  diferenciar entre lo que se demuestra como algo básico y por tanto necesario y lo que a pesar de ser también una opción, no tiene la prioridad de enrasar con lo necesario por lo que se puede considerar como superfluo. Y ¿a qué puede venir ahora esta diferenciación entre ellas? Pues porque estoy pensando en la cantidad de millones de euros que Europa nos va a adelantar para hacer frente a las necesidades PRIORITARIAS de enfrentamiento a la pandemia. La lucha contra el virus, ha requerido y va a seguir requiriendo muchísimo gasto adicional con el que  no se contaba por parte de todas las administraciones y empresas tanto públicas como privadas y, siendo dinero prestado que habrá que devolver con algún que otro interés, es hora de empezar a valorar en qué se ha de gastar para que el beneficio sea lo más general posible y que llegue a toda la población. Gastar en sanidad, se ha demostrado que ha de ser la prioridad, pero también hemos podido apreciar que nos faltaba producción básica de determinados elementos que hemos tenido que ir a pelear por ellos en mercados extranjeros (asiáticos), desde unas simples mascarillas hasta los famosos test pues parece ser que aquí no hay quien los fabrique.  Está claro que este virus pasará en un determinado momento, pero eso no nos va a asegurar que no habrá otros que igualmente, nos  pillen un poco desprevenidos, pero si hemos aprendido algo de éste es que al menos las mascarillas y los geles y los respiradores (aunque últimamente no se hable tanto de ellos) y el aumento de plantillas de los centros sanitarios y hospitalarios, junto a dotaciones suficientes de material de protección son necesarias. Gastar en educación, si de verdad que los colegios han de permanecer abiertos (y por supuesto que debe de ser así), la contratación DE NUEVO  profesorado, la reducción del número de  alumnos por aula (ratio) y la construcción de más centros educativos también es necesario. En definitiva, lo necesario, primero y lo secundario o superfluo, solo…¡si sobra!

miércoles, 2 de septiembre de 2020

COLECCIONES.-

 Una vez más con la llegada de Septiembre, junto a la vuelta a los colegios, llegan también a los quioscos de prensa  y las librerías, las colecciones por fascículos. Esas interminables colecciones que cada año, como si se tratara de recordar aquello  que tan bien cantaba Sara Montiel en su cuplé de “las violeteras” y cuyo estribillo decía:“ Llévelo usted señorito que no vale más que un real… Cómpreme usted este ramito, Cómpreme usted este ramito… Pa' lucirlo en el ojal”. Aparecen, insisto, las colecciones cada año, esas que comienzan su primer fascículo a 1´99 € y el resto, que bien pueden ser otros 50, ya a un precio de 4 o 5 € . Estas colecciones pueden ser de los temas más variopintos : coches de colección (mítico Seat, Land Rover, coche fantástico,el Ferrari…), aviones, el cuerpo humano, animales de granja, dinosaurios, casa de muñecas, abanicos, audiocuentos…  y cuyos primeros números se venden bien pero que también se olvidan comprar pasado un mes por lo que se convierten en inacabadas. Pronto y junto a ellas, también empezarán las esperadas estampas de fútbol, esas sí que cambian y que se coleccionan por infinidad de chavales a los que se ven cambiando las “repes” con el fin de encontrar aquella del jugador que le falta a un equipo o del jugador que más difícil está resultando este año encontrar de todos los que componen la colección. Completar el álbum, ese es el objetivo y si es hoy, mejor que mañana, cuanto antes, mejor y  si hay que buscar euros para comprar más, también los abuelos entrarán como donantes. En definitiva, empieza el nuevo curso en todo, político, militar, académico y hasta de coleccionismo fascicular. Aunque no sé, este año quizás estaría bien que los cromos de los futbolistas viniesen con mascarilla, para incitar a su uso. ¡Quién sabe!