jueves, 9 de abril de 2020

JUEVES SANTO EN BAENA.-

Un nuevo día amanece de los que se llamaban grandes hace poco tiempo. Permitidme recordar el refrán,,, “Tres jueves tiene el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión”.  A este Jueves Santo me refiero , éste que tan diferente es a todos los pasados en años anteriores, este Jueves sin procesiones por las calles de nuestras ciudades.
Me quiero unir al dolor y tristeza de  las cofradías y hermandades que esta Semana Santa no podrán mostrar a sus pueblos todo el trabajo y toda la preparación de hace ya meses para ofrecer sus extraordinarios desfiles procesionales. Quiero rendir homenaje a todos los hermanos cofrades de nuestra España en forma de poema, eso sí, centrado en mi pueblo natal: BAENA, la tierra del tambor, y al que con asiduidad asistía desde hace ya más de 60 años.

Toques de tambores,
roncos y chillones,
pasean por las calles
andando las estaciones.
Roncos los cebolletas,
roncos los morrones,
roncos los berenjenos
y los judíos chillones.
A algunos les causa espanto
–yo los veo con fervor-
que para adorar a su santo
vayan tocando un tambor.
Las hermandades que van con vela,
lloran por la muerte del Señor;
mas las que un tambor llevan,
se alegran por su resurrección.
Muerte y resurrección,
conjugadas al unísono.
Velas y tambor,
en una misma procesión.
Esta es la historia de Baena,
y de su afición al tambor;
porque en vez de celebrar SU muerte,
se alegran por la resurrección del Señor.

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