CASUALIDAD O CAUSALIDAD.- (C.A.)

Un encuentro fortuito, una caída fatal, la concepción de aquel hijo que no esperábamos ya, dos almas que se enamoran, un premio en un juego de azar… todo ello ¿nos ocurre por pura casualidad?

Sin embargo, hay veces en que todo parece estar sincronizado, preparado, regido por una causa, que nos domina y que maneja nuestra vidas sin que podamos modificar ni  un sólo ápice de esa realidad.

Si es la causalidad , tan poderosa e inmensa, nuestro destino sería inamovible y el azar no tendría cabida, pasaría lo que tuviera que pasar.

Si es la casualidad, a veces se presenta maravillosa,  otras hostil y adversa.

Dos términos que suenan y se escriben diferentes pero con un mismo resultado inexplicable…LA VIDA.

SOMOS…CASUALIDAD.-

Nos  hemos parado a pensar en algún momento que toda nuestra vida, es una pura casualidad.

Pensemos: fue una casualidad que se encontraran nuestros progenitores, que pensaran unirse  y que decidieran traernos a este mundo, también tuvo que ver con la casualidad  y con aquel espermatozoide que, por casualidad, encontró y fecundó aquel  óvulo.

Fue una casualidad que siguiéramos hasta el fin desarrollándonos y creciendo para llegar a esta vida.  Y ello hizo que también fuese casual nuestra familia, y casual el sitio de nuestro nacimiento, de nuestra infancia de nuestra adolescencia, de nuestro nivel cultural, social, económico…

Fruto de la casualidad, (y de la preparación para ello) encontramos un trabajo que nos hizo sentirnos realizados en nuestro tiempo de actividad para la sociedad que nos acogió.

Casualidad fue que consiguiéramos llegar a nuestra jubilación sin que casualmente sufriésemos percances graves, sin que la papeleta de la tómbola de la vida con sus miles de probabilidades de “premios”, no nos haya tocado a lo largo de estos años.

Somos casualidad en esta vida, pero es verdad que toda ella es una muy bonita casualidad.

Y ¡nos creemos tan importantes!

                                                               

LLAMADAS INOPORTUNAS.-

Está llegando septiembre y con él, de nuevo vuelven las llamadas inoportunas (así les llamo yo) de las diferentes empresas de telefonía móvil para ofrecernos la mejor oferta del momento (eso es lo que nos dicen).

¿Por qué les llamo así? Pues simple, por el horario en que estas llamadas se reciben, coincidente casi siempre, con el tiempo de descanso de las personas trabajadoras, o en su  momento dedicado a la comida.

No importa  que se les diga con buenas palabras, que es un momento inapropiado para poder atenderles, que  no puedes en ese momento, ellos seguirán hablando hasta que te ves forzado a colgar la llamada.

Volverán entonces a llamar varias veces más , durante los siguientes días , incluso cambiando de número de teléfono desde el que llaman, por si acaso se te ha ocurrido bloquearlo…

Y si por un casual se te ocurre preguntar, ¿de donde han sacado tu número para llamar?, no obtendrás más respuesta que su silencio. O si te contestan te dirán que es una máquina que aleatoriamente, lo ha marcado.

Y es que la lucha por ser la empresa que tiene mayor número de abonados, no acaba nunca, hay que intentar por todos los medios ofertar el mejor paquete para sumar más clientes, aunque para ello haya que fastidiar las siestas, los horarios de comidas, las horas de descanso o incluso los fines de semana y ser reincidentes en esas llamadas inoportunas.

En fin, es la lucha diaria, por encabezar el ranking , por ser el primero, por obtener los mayores beneficios, por ser  la empresa líder.

LA VALENTÍA.-

Todos somos valientes en nuestras  vidas.

Afrontamos sus idas y venidas, sus alegrías y sinsabores procurando disfrutar al máximo de unas y olvidando rápidamente los otros.

Ser valiente no es necesariamente ser osado, ser valiente es, la mayoría de las veces, ser capaz de enfrentarse al día a día, de elegir, de equivocarte, de levantarte cien veces, porque te has caído noventa y nueve, de soportar las incertidumbres, de vencer a nuestros  miedos , pero sobretodo, es no caer en el desasosiego ni perder jamás la esperanza…evitando así, entrar en barrena a ese otro universo paralelo del que tan fácil es la llegada y tan difícil su salida.

Ser valiente es VIVIR. Mientras tengamos conciencia y fuerzas para ello. ¡ VIVAMOS !