domingo, 28 de noviembre de 2021

ÓMICRON.-

Ese es el nombre de la décimo quinta letra del alfabeto griego. Y tiene por significado “o pequeña” pues la “o grande” sería Omega.
Pues bien, ese es el nombre que también la OMS le ha dado a la nueva variante de la cepa hallada en Sudáfrica, del temido virus pandémico Covid-19 (SARS-CoV-2)que tan malos recuerdos ha dejado y parece que seguirá dejando en la población  mundial.
Vacunas, vacunas y más vacunas serían necesarias en todos los continentes y en dosis triples, por ahora, para intentar evitar de nuevo la expansión del brote. Pero parece que estamos muy lejos de conseguir la situación ideal, de manera que “esto” va a seguir conviviendo con la humanidad durante bastante tiempo.
Es curioso, cuando surge una nueva variante, de lo que se trata es de aislar el lugar donde aparece, cortando las comunicaciones aéreas e intentando blindar al resto para que no entre en los demás países.
Pero si rápido se toman medidas (recordemos que la nueva variante se descubrió el día 24, hace tan solo 4 días), más rápido avanza el virus, y cuando se cierran los aeropuertos internacionales, ya hay muchísimos países que advierten que la nueva modalidad  ha entrado en ellos y los primeros casos confirmados, ponen rápidamente en jaque  a los sistemas sanitarios por miedo a que la expansión y sus múltiples variantes o mutaciones traiga nefasta consecuencias entre la población. (Ya no es cuestión de días, sino que habría que tomar medidas en cuestión de horas)
Ómicron, “o pequeña” pero por ahora la mayor, la que más variaciones aporta y que gana con diferencia a sus otras “hermanas” ya conocidas: alpha (B.1.1.7), beta (B.1.351), gamma (P.1), delta (B.1.617.2). Y que a su vez da un sustancial salto en el orden de su alfabeto.
Sin duda, oiremos hablar mucho de la Ómicron (B.1.1.529) de ahora en adelante y las terceras dosis de vacunas han de llegar rápidamente para tratar de inmunizar urgentemente al mayor número de personas antes de final de año, a ver si así el 2022, nos trae alguna satisfacción.(aunque no se me olvida, que el tema de vacunación es de libre elección aún, en este país aún)

martes, 23 de noviembre de 2021

¿MÁS CASTIGO?.-

Con estupor, leí el otro día que, según los datos que maneja la DGT (Dirección General de Tráfico), durante el pasado año, el 30 % de los accidentes de automóvil que se produjeron en  nuestro país, estaba causado por mayores de 65 años y fundamentan así el nuevo marco que se pretende poner en marcha, sobre la renovación del carnet de conducir, obligando a acortar los plazos de validez de este, cuando el conductor tenga más de 60 años, y haciendo que los requisitos para su renovación, a la vez de ser más frecuente en el tiempo, serán también más costosos para una persona jubilada que para una en activo.

También se aduce la pérdida de reflejos que a esa edad se tiene ya…igual en otro momento hablo de ello.

Pero como en todas las monedas, la noticia con la que se iniciaba esto, tiene otra cara si en vez de  decir que el 30% de los accidentes los causan los mayores de 65 años, dijese que el 70% de los accidentes, lo producen los conductores de menos de 65 años. (Tremenda diferencia a la hora de dar la noticia y por tanto de buscar quién debe “pagar el pato”) No debería ser el 30% quien lo asuma, sino más bien el otro 70%...¡No creen que es más lógico!. A mí, me lo parece. O, al menos, ser tratados todos por igual o si se busca, buscar mejores argumentos, nuevos y menos numéricos y no tan dirigidos a señalar a un tramo de población que ya está bastante castigado y que es aquel que hasta está ayudando a mantener en bastante grado la (que no quiero calificar) economía diaria de nuestros  castigadísimos hogares. En fin, para pensárselo.

 

miércoles, 10 de noviembre de 2021

ENFOCANDO A LA NAVIDAD.-

Y seguimos con las malas noticias, como si fuesen las más naturales que se puedan dar. Ahora les toca a la falta de abastecimientos y el miedo de algunos productores de no  poder continuar con su venta de productos, esperando un estancamiento si no parón general, al faltar las materias primas que componen su cadena de producción.
Hoy la noticia es la falta de abastecimiento de envases de cristal, de vidrio en general, y de corchos lo que hace señalar directamente a los bodegueros. Van a ver mermada su producción, que no la  cosecha, por la falta de estos componentes básicos a la hora de vender, las botellas y sus tapones para cerrarlas.
Pero no solo faltan esos componentes, sino que también escasean materiales como la  madera, el acero o el cartón, lo que sí que convierte en un problema de difícil solución para poder atender la demanda de un mercado global mundial como el que teníamos planteado.
Si los microchips, ya se sabían hace tiempo, estos otros materiales, llegan ahora por sorpresa y sin apenas estocaje en los grandes almacenes, por lo que se convierte en una crisis mayor de lo que pensamos y que al final (como siempre ocurre) se saldará haciendo que la demanda sea menor, es decir SUBIENDO LOS PRECIOS.
Pero si esto nos va a obligar a encontrar dificultades para tomar un cava estas navidades, yo creo que podremos sustituirlo por un agua con gas (a la larga,  mucho más sana y económica)y también tiene burbujas.
Bastante más preocupante es la falta de AGUJAS para inyectables, (agujas sanitarias) en estos momentos en que la población está preparada para la vacunación masiva de la gripe y de la tercera dosis de la Covid.
Ahora es cuando empezaremos a echar en falta la vida de nuestros abuelos o bisabuelos, aquella del campo y huerto de subsistencia. Y  mientras tanto, la luz sigue subiendo y la gasolina y los medios de transporte y a primeros de año… ¡uff, qué cuesta arriba!

lunes, 8 de noviembre de 2021

TIEMPO DE RACIONAR.-

Nadie debe pensar que estamos volviendo a aquellos tiempos en que existía la llamada cartilla de racionamiento (que por cierto yo no las conocí, porque dejaron de funcionar en el 1952) no, por favor, sino que es la acepción segunda de este verbo, el que nos dice que racionar consiste en “limitar la cantidad de algún producto que pueda adquirirse”.
Y ¿por qué este post?,¿por qué hay que racionar?. Yo añadiría que racionar es aplicar la razón, la lógica a los hábitos diarios. Nos están llegando noticias, de que no solo vamos hacia un apagón general, sino que además, empiezan a faltar determinados artículos de uso diario que al tener que venir de otros países  y habiendo estado en falta de producción, están teniendo problemas para volver al ritmo de abastecimiento que tenían hace un año.
Todos recordamos aquello de que cuando nos dijeron que tendríamos que estar encerrados en nuestras casas unos pocos de días, hubo una verdadera avalancha de compras de papel higiénico, que llegó a agotar las existencias en muchas cadenas de supermercados pero que por supuesto, no agotó la producción, solo había que esperar al día siguiente a que se repusieran las estanterías con nuevo material; pues eso mismo parece ser que está ocurriendo con algunos otros productos en estos momentos y en las noticias televisivas se refieren, entre otras a la ginebra, ello ha hecho ya una reacción que era de esperar, la ginebra (unas determinadas marcas) falta ya en muchas tiendas, porque hay clientes que han hecho acopio, por si acaso se acaba, lo que a su vez, ha servido de magnífica excusa para subir su precio, dado que la demanda, parece ser que se ha  disparado también.
Pues si eso está ocurriendo, es ahora donde tiene cabida este post, hay que RACIONAR, hay que  “echar cabeza”, aplicar el raciocinio, aplicar esa facultad que nos permite aprender a entender y tomar decisiones para saber que los productos, seguirán llegando, eso sí, quizás no hoy ni mañana, sino que haya que esperar algunos días más. Luego comprar sí, lo necesario, pero  ¡no hacer acopio! Pues con ello contribuimos a la sensación de que se acaban las cosas y damos pie además a una subida de precios que en nada nos beneficia como consumidores. 

miércoles, 3 de noviembre de 2021

APAGÓN GENERAL.-

Son bastantes ya los días que se habla de un posible apagón general.
Refrán español (de los que siempre se cumplen): “cuando el rio suena, agua lleva” que no viene si no a recordarnos que cuando se oyen rumores, noticias, frases, es que esconden, no toda, pero sí algo de verdad.
Hay un encarecimiento agigantado del precio de la electricidad y se dice que es que hay una mayor demanda, cosa lógica, pues cada vez hay más hogares que van pasando del gas butano del termo o de la cocina de guisar al termo eléctrico o a la vitrocerámica, que cada vez hay más teléfonos móviles a los que recargar su batería, más electrodomésticos  para todo tipo de tareas, lo que hace que  los consumos aumenten.
Pero no solo parece que ocurrirá en este sur de Europa, sino que en países como China ya ha pasado y va a seguir pasando. En Austria, hasta hay temor a que esto ocurra en un futuro casi presente y no son pocos, los especialistas que hablan de que es probable que ocurra antes de lo que nos pensamos.
Así se empezó también a hablar de la crisis del cambio climático (nadie tampoco lo creía) y hoy ya es más que una realidad confirmada.
Apagón eléctrico de todo un país, ¿se lo imaginan?. No, por favor, ¡no lo imaginen!
Mientras tanto, mejor será que nos vayamos apuntando a comprar kits de supervivencia o a hacer cursos de “supervivencia extrema” donde se impartan clases prácticas de caza o pesca y de encender hogueras y construir trébedes para poder cocinar algo de lo capturado, porque si esto sigue así, los “reality-show” (telerrealidad) de algunas cadenas de televisión, como “supervivientes” va a servir de modelo si seguimos dándole vueltas a esto del apagón general.

martes, 2 de noviembre de 2021

EXTERNALIZACIÓN.-

Así se conoce al proceso por el que las empresas de cualquier país, buscan lugares donde la mano de obra y las materias primas sean mucho más baratas que donde ellas se radican, para asentar allí su producción de material. También se entiende como la forma en que unas empresas encargar a otras el desarrollo de determinadas tareas, que le serían propias a ellas, como una forma de abaratar los costes de producción, en la diatriba permanente del “hacer o comprar” (“make or buy”) que toda empresa se plantea desde sus orígenes.
Pues bien, si lo que se busca es el abaratamiento de costes para hacer productos cada vez más competitivos, es entendible, como forma de incrementar los beneficios empresariales sin necesidad de encarecer demasiado el producto al consumidor final, pero no todo van a ser beneficios y seguridad, pongo un ejemplo, recordando mi post del pasado 26 de junio, en el que ya se veía venir el problema que causarían a la larga la producción de estos elementos tan valiosos hoy, para cualquier aparato o utensilio donde lo electrónico sea la forma fundamental de funcionamiento.
La pandemia ha hecho que se cerrasen fábricas enteras de producción, durante meses y por tanto se acumulase una gran carga de trabajo para satisfacer las peticiones que no se pueden servir ahora en tiempo y forma y que, al estar en manos de muy pocos productores, hacen que haya una gran demanda de componentes pero una gran escasez de ellos, como consecuencia, los productos acabados, tardarán en poder ensamblarse y ser entregados a sus propietarios, acumulando retrasos y haciendo incluso que se busquen otras alternativas a ellos. Los coches de hoy, acumulan un gran número de esos microchips y ya mismo (incluso ya) el comprador de un coche tardará días  o meses en tenerlo. Externalizar, vale, pero a la vez diversificar y crear diferentes vías de abastecimiento.