jueves, 31 de marzo de 2022

¡Y A DISFRUTARLO, ABUELO!.-

Es curioso, pero cuando te dicen algo así, por parte de un amigo, es cuando de verdad empiezas a darte cuenta de lo mucho que encierra la palabra abuelo. Y por supuesto de todo lo que se disfruta siéndolo.
El hecho de ser “abuelos”, vuelve a unir a las parejas, aunque en la mayoría de las veces, decir abuelo o abuela es lo más corriente, pues, la vida suele hacer esperar el acontecimiento e incluso hay quien no puede llegar a este estado. Sí, es como un nuevo estado de la vida, en el que los abuelos miran en la misma dirección; sienten la misma responsabilidad; proporcionan el cuidado compartido; cuidan con mimo y cariño el fruto del vástago, y que es parte de ambos: su nieto/a.
A  la vez, comparten las dudas, ilusiones y los mejores deseos para ese ser, que la vida les presenta, como un merecido regalo por su dedicación y lucha para sacar adelante a toda la familia, ahora que la tranquilidad y otro tipo de actividades (menos sujetas a horarios) pueden dejarles más tiempo libre.
Abuelos es algo más que una palabra, insisto, abuelo es todo un estado de satisfacción y alegría, un tiempo que se torna efímero cuando se está junto al nieto o nieta y ver como se tiene que marchar de nuevo con sus padres, pues lo normal es que ya no compartan el mismo techo que los abuelos.
Abuelos, que van viviendo la evolución lógica de su pequeño, su día a día, su experimentación continua con sus pasos, sus movimientos y acciones, sus llantos y sus risas, sus avances en la alimentación, sus balbuceos y sus palabras, sus primeras relaciones sociales con los de una edad similar, sus juegos. Pero también comparten los sinsabores que pueden proporcionar: sus fiebres, sus llantos a veces ilógicos, sus cabezonadas, sus negativas, sus primeras peleas y su avance en la personalidad que lo definirá como un ser único, y que avanza hacia un inapelable futuro, que los abuelos desean, que le sea todo lo propicio que se pueda soñar.
Pues sí, “a disfrutarlo, abuelo” tanto que hasta cuesta asomarse a esta ventana, cuando se comparten días con el nieto.

viernes, 18 de marzo de 2022

DIA DEL PADRE.-

Un año más, llega la cita con la tradicional celebración del día de San José, coincidente con el día del padre. Dice la leyenda bíblica  que este santo, asumió su  papel de padre de Jesús de Nazaret y es por ello que pasó a ser quien representa a todos los padres del mundo.
Es en este día, cuando los hijos homenajean a sus padres. Tal era la celebración, que durante mucho tiempo, en toda España, era considerado un día festivo (no laborable). Es un recuerdo muy entrañable, el que a lo largo de ese día se puede tener con la figura del padre de familia, por parte de todos sus hijos.
Es habitual, reunirse y celebrarlo, unas veces en la casa de los padres propiamente dicha o en su defecto, juntarse en un restaurante y saborear alguno de los muchos manjares que para deleite del paladar se ofrecen en ellos.
Sea como sea y desde esta pequeña ventana, quiero hacer extensiva mi felicitación a todos los padres del mundo, a todos los que han tenido la oportunidad de saborear la experiencia de ir viendo crecer a sus hijos.
En especial, al mío que, cercano ya su 94 cumpleaños, ha dedicado su tiempo, su enseñanza, sus consejos, sus reprimendas, su cariño… para mostrarnos, tanto a mí como a mis hermanos, el camino por el que la vida nos iba a conducir y que él trató siempre de facilitar, y aun hoy lo sigue haciendo. Por ello, desde aquí, FELICIDADES, papá.

martes, 15 de marzo de 2022

Y DE POSTRE: DIAS CON CALIMA.-

CALIMA, La Aemet (Agencia española de meteorología) define a la calima como la disminución de la visibilidad por la presencia de partículas secas que deja el cielo de colores ocres con tonos anaranjados.
Son partículas de polvo que vienen arrastradas desde el desierto del Sahara por la borrasca en que está inmersa ahora la península, llamada Celia.
Y aunque llovió en los días anteriores, este día no ha llovido,( si lo hiciese, llovería barro) se ha notado la presencia de ese polvo en suspensión, en todo lo que se encuentra parado en las calles de nuestras ciudades, en particular, sobre los vehículos, a los que les ha otorgado un color amarronado claro.
Este fenómeno, no es muy habitual, pero no por ello es algo extraño, si bien, se han de tomar ciertas medidas de autoprotección ante el acontecimiento, pues al ser polvo en suspensión, esos diminutos granos de arena, pueden entrar en nuestro organismo y causar algún tipo de daño en nuestros bronquios y pulmones, por lo que, hemos de hacer algo que ya estamos acostumbrados, (por otra causa anterior) hemos de salir lo menos posible a la calle y en caso de hacerlo, tapando nuestra boca y nariz con la súper conocida mascarilla fpp2.
Y es que, parece que no nos libramos de ninguna “cosa buena”: pandemia de covid que de nuevo va en aumento el número de contagiados, (miedo), reclusión, (miedo), subida desmesurada de electricidad y de las gasolinas (junto a todos los productos de primera necesidad) guerra de Ucrania, (miedo), calima, huelgas de diferentes sectores que se van a ir encadenando…
En fin, que  la sucesión de motivos para la falta de alegría es una realidad.
Pero no pasa nada, ya mismo pasarán todos estos sucesos que nos entristecen y volverán los días de verano con su sol y su soporífero calor. La entrada de la primavera está también cercana. A partir del jueves hay previsión de que todo lo referente a este tiempo raro cambiará, y yo creo, que será para mejor.

miércoles, 9 de marzo de 2022

¿HABRÁ SEMANA SANTA?

Estamos justo a un mes para que la ansiada Semana Santa vuelva a inundar las calles de nuestros pueblos y ciudades con procesiones, capirotes, velas, cera, olores a incienso y azahar, saetas, bullicio y silencio a compás, vaivén de los costaleros que portan la imagen y sobre todo, el respeto por la tradición.
Después de dos años sin poder efectuar los recorridos, sin poder dar esplendor a las calles por culpa de esta recalcitrante pandemia que nos ha mantenido enclaustrados, las ganas de volver a la normalidad es tanta que no nos atrevemos ni a pensar que un año más, algo pueda fastidiar el acontecimiento. Y cuando digo que no nos atrevemos a pensar, más bien debería decir que no queremos pensar, pues, a todos  nosotros se nos ha pasado ya por la cabeza, que son pocas las semanas santas, que cayendo en abril, no se mojan.
Es verdad, suele ocurrir, a pesar de que no nos hace ninguna gracia que, tras un año de preparación y mimo y cuidado para que todo salga bien, viene una tormenta con mala cara y nos echa por tierra todo ese trabajo y esa ilusión que hemos ido atesorando para la llegada del día esperado. Pero, el hecho de no querer pensarlo, no significa que no haya esa posibilidad, y más en un año en que  todo un invierno no ha sido capaz de aportar la cantidad mínima de lluvia que nos permitiera pensar en positivo. ¿Será la primavera del próximo 21 de Marzo, la encargada de remojar nuestras tierras y de intentar reponer la necesaria agua en nuestros secos pantanos?
Cerca estamos de conocer si es o no así. La disyuntiva es si ¿preferimos lluvia y poder embalsar agua para el calurosísimo verano que nos espera, teniendo que dejar un año más los pasos montados en sus tronos y en sus templos o, por el contrario,  preferimos que salgan en recorrido y llenen nuestras calles de religiosidad, fe y también de turismo y alegría? 
Solo estamos a un mes de obtener la respuesta


martes, 8 de marzo de 2022

ALMENDROS EN FLOR.-

Aún estamos a tiempo de disfrutar del espectáculo que la naturaleza nos brinda por estas fechas. Me refiero a ver un gran campo de almendros en flor, atisbar un horizonte de blanquecino y rosado color y recrearse en su visión, es algo que está al alcance de todos nosotros, con solo dar un paseo a un campo cercano donde estén plantados.
Desde finales de Enero, podemos empezar a ver su floración, destacando más a lo largo de febrero y marzo, según la variedad que se haya plantado. Las flores saliendo de las  mismas ramas, aparecen antes que sus hojas verdes.
Su visión es muy similar a la gran floración (sakura) de los cerezos en Japón y que allí la consideran casi como una fiesta nacional que da pie a la celebración del Hanami o reuniones de personas con el único objetivo de ver las flores del cerezo y disfrutar de su paisaje, sentados sobre una manta al pie de ellos y compartiendo un menú frugal, en el descanso de su jornada partida de trabajo.
Pero volvamos a nuestras tierras, el almendro, decía, que nos puede causar la misma impresión, solo que aquí,  no le dedicamos la misma atención que lo japoneses a sus cerezos.
Quizás sea conveniente recordar que la flor del almendro tiene 5 pétalos y 5 sépalos entre el blanco y el rosa y sus pistilos son de color amarillento,  gracias a la polinización llevada a cabo por las abejas (algún día hablaré de estas incomprendidas pero muy responsables obreras) y en un período de nueve meses (similar al embarazo humano) se pasará a la recolección de sus frutos, las almendras.
Recordar asimismo, que las almendras, tienen muchas propiedades beneficiosas para la salud, ayudando, entre otras muchas cosas, a mantener los niveles óptimos de colesterol y aportan más fibra que ningún otro fruto seco. Actualmente tiene tal importancia el florecimiento  del almendro y otros frutales como el cerezo y algunos ciruelos, que incluso, se han convertido en un gran reclamo turístico para conocer esos lugares  que tienen la gran posibilidad de ofrecer al visitante, además del bello espectáculo de la Naturaleza: sus costumbres, su gastronomía, historia, idiosincrasia....
Para acabar, me permito copiar parte del Cuento XXX del libro Conde Lucanor de D. Juan Manuel- donde se refleja la belleza que los almendros poseen y de cómo Córdoba es tierra ideal para su cultivo y que a la vez es un canto al amor.
“Sucedió que un día, estando en Córdoba en el mes de febrero, cayó una nevada y, cuando Romaiquía vio la nieve, se puso a llorar. El rey le preguntó por qué lloraba, y ella le contestó que porque nunca la dejaba ir a sitios donde nevara. El rey, para complacerla, pues Córdoba es una tierra cálida y allí no suele nevar, mandó plantar almendros en toda la sierra de Córdoba, para que, al florecer en febrero, pareciesen cubiertos de nieve y la reina viera cumplido su deseo”.
Y por último recordar que la flor del almendro, significa la vida eterna.





lunes, 7 de marzo de 2022

¿VIAJAR o viajar?.-

No, no me he equivocado en el título, ni crean que lo han leído mal, en ambos casos, utilizo el mismo verbo. Entonces, qué es lo que los diferencia o por qué un título tan especial o raro. Voy a tratar de explicarlo.
Primero iremos a su significado para entenderlo mejor. Viajar = “visitar o recorrer diversos lugares o países utilizando cualquier medio de locomoción” también, “desplazarse siguiendo una ruta”.
El porqué de diferenciar entre una forma Mayúscula y otra minúscula, en primer lugar viene dado por el modo y el lugar a donde se pretenda ir o visitar. Así, por ejemplo, VIAJAR para mí, sería ir más allá de la frontera que marca el territorio de mi nacionalidad y acudir a lugares lejanos ( a otros países) a los que es menester pensar en reservar plaza en avión y empezar a hablar en otra lengua no tan habitual en mi caso, como es el inglés (hoy casi idioma universal), mientras que , viajar, es quedarse cerca del domicilio habitual, (a lugares) donde no es necesario el avión, sino nuestro vehículo propio, ni esforzarse en hablar en inglés, porque con mi castellano (y mis dejes andaluces) es suficiente. Viajar a lo cercano y una vez allí, descubrir los inmensos secretos que cada uno de los lugares de nuestra España encierra; en cada iglesia, en cada ermita, en cada plaza  mayor, o en cada bar – restaurante de nuestra geografía, por muy pequeño que sea. 
Folclore, arte, gastronomía, tradición, historia, cultura, naturaleza…todo nos es más cercano y más entendible, haciendo que lo veamos como propio. Por otro lado, generalmente, por la cuantía económica de un VIAJE, nos permita hacer varios viajes. 
Aun así el pensamiento generalizado es el de VIAJAR frente a viajar. Pues casi siempre quien VIAJA dice hacerlo porque ahora es cuando puede y expresa su deseo de viajar, para cuando sus impedimentos físico-médicos y fruto de la edad, así le obliguen. Seguramente, hasta lleven más razón, pero mi  reflexión de hoy, hace que la haga en el sentido de querer o preferir, viajar a VIAJAR.

martes, 1 de marzo de 2022

Y AHORA…UCRANIA.-

Allá por el año 1.555, hubo un personaje, del que seguro que muchos hemos oído hablar; fue un médico, matemático, astrólogo, filósofo y alquimista francés (en fin, conocedor de una amplia variedad de saberes), al que se le atribuyen una serie de predicciones, recogidas en su libro “PROFECIAS” (Les Prophéties) de Michel de Nôtre-Dame, aunque es más conocido como NOSTRADAMUS
Al ser su obra poética, y estar muy plagada de metáforas, la actualización de ellas, puede tener mucho de subjetivismo de quien las trascribe, no obstante, parece ser que su nivel de acierto, es bastante considerable, por lo que podemos al menos, dar como posible, alguna de sus palabras.
Dicho esto, se dice que para este año predijo entre otras cosas: una gran sequía, la muerte de un gran personaje o rey, la crisis económica mundial, la posible caída de la idea de unión europea, la guerra o asedio de una gran ciudad…
Aquí es donde hay que detenerse y pensar, si se referiría a la que desde hace unos días tiene al mundo en vilo, en el  intento por parte de Rusia y su mandatario Putin,  de conquistar y anexionarse el estado soberano de la República de Ucrania a su territorio.
Quizás, esta vez, Nostradamus acertara y la guerra demuestre que llevaba razón en otra de sus profecías, aumentando  así su credibilidad como futurólogo.
Pero lo que sí que es verdad, es que con el ataque de Rusia a Ucrania, todo el Planeta está en actitud de vigilancia y guardia, pues, el marco del  actual equilibrio, de la actual paz, está en que nadie de un paso en falso, en que nadie ose tomar una iniciativa que haga que el resto de países se alineen en uno u otro lado del tablero de juego  porque este tablero de juego, es de juego mortal.
La guerra nuclear, pende en el aire y sus consecuencias se saben tan devastadoras que darían lugar al final de una civilización. Ahora, en verdad, es la hora de demostrar que el trabajo político y de concordia y diálogo de las instituciones superiores, sirven para mantener la calma y restaurar el equilibrio necesario.