Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua: “falta de firmeza y de equilibrio”
Y echo mano a esa palabra porque creo que es la que más y
mejor define ahora mismo el estado en el que nos encontramos frente a la
pandemia y de cómo ir encarando las
diferentes fases por las que habremos de transitar para llegar al objetivo
deseado.
Nos falta firmeza a la hora de plantearnos salir a la
calle para juntarnos con otras personas, porque tenemos aún muy presente lo que
hay detrás del significado de los guarismos, ese significado que sin haber
visto apenas imágenes de lo duro que es estar en cualquiera de los niveles de infección, todos lo
imaginamos, porque todos, en mayor o menor medida, hemos estado cerca de alguien
que ha perdido a algún familiar o amigo o que simplemente ha estado pasando su
cuarentena, aislado en su casa o en un hospital.
La situación tan dura de ese recuerdo o de esa
imaginación, hace que aún no nos sintamos
muy firmes a la hora de esas deseadas reuniones con otros. Pero también nos
está afectando a nivel de equilibrio emocional, a ese que hace que nos miremos como si todos
fuéramos portadores y foco de infección, por el simple hecho de cruzarnos algo más
cerca de lo que las recomendaciones sanitarias dictan. Esa inestabilidad que ronda el miedo, es la causante de que
incluso los insomnios hayan aparecido en algunos hogares y la sensación de
cansancio y de agobio siga dando vueltas por nuestro subconsciente haciendo muy
difícil el pensar en el día de mañana, en plantearnos nuevos retos u objetivos
y recordando aquello de “virgencita, virgencita, que me quede como
estoy” o lo de “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer” y esa
actitud hace que se estanque la cualidad mejor del ser humano y que hace que
las sociedades avancen : “LA ILUSIÓN”,
que sin duda volverá pero a la que por ahora, “ni está, ni se la espera pronto”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario