miércoles, 20 de mayo de 2020

AÑOS ATRÁS.-


Ayer, salí a dar un paseo dentro de mi franja horaria de la tarde-noche, y recorrí varias calles del  barrio que queda frente al de mi casa. En él, sus aceras están llenas de naranjos y limoneros y dada la hora en la que salí, las 9 de la noche, debido al extremo calor que ayer ya se apreciaba en las calles cordobesas, hizo retrotraerme a un tiempo ya lejano, en el que los vecinos de una misma calle o de casas contiguas, se sacaban sus sillas a la acera y allí, formando un corro  se daban a la tertulia de la tarde  convirtiéndola en el epílogo de un nuevo día vivido y donde se compartían noticias tanto ocurridas como las que se esperaban que ocurriesen el día siguiente. Eran otros tiempos, diréis, pero, si algo bueno ha traído esto de la salida por fases, ha sido volver a ver esas escenas en este barrio, solo que ahora esos vecinos están  distanciados de acuerdo a  lo que mandan las normas actuales.
Pero, he de comentar que otro punto positivo, bajo mi punto de vista, lo viví en la salida que realicé el domingo por la tarde, pues por orden de la alcaldía, se habían peatonalizado provisionalmente algunas grandes avenidas de Córdoba, una de ellas muy cerca de mi domicilio. Aquello fue una gratísima sorpresa, al comprobar que, al menos por unas horas, el peatón, se hacía dueño y señor de  una avenida de doble carril y doble sentido lo que le da más de 20 metros de anchura y al estar cortada su longitud a la mitad  hacen unos 800 metros, que permitía a todos guardar una considerable distancia con el resto de peatones en su caminar, sin tener que esquivar o preocuparse por un accidental acercamiento. Fue una experiencia muy satisfactoria, y que debería llevarse a cabo todos los fines de semana en aquellos lugares en que sea posible, por poseer vías de servicio laterales, que seguirán siendo usadas por los pocos vehículos que circulan los domingos.
POSITIVO, que nos hace pensar que poco a poco saldremos de esto y tengo la esperanza de que quizás, más humanizados y tomándonos la vida con mayor tranquilidad y respeto hacia todos y todo incluyendo la naturaleza , por lo que estaría muy bien que en los futuros planes urbanísticos, LOS PARQUES, los árboles, los bulevares, las fuentes, los bancos,  se conviertan en objetivo prioritario a la hora de sus desarrollos. Nuestras ciudades han de ser más “verdes” lo que creará barreras frente a la contaminación y las hará más ACOGEDORAS Y  RESPIRABLES.

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