lunes, 18 de mayo de 2020

CAMBIO DE TERCIO.-


Palabra tomada del argot taurino, significa que se acaba con una fase (uno de los tres tercios de la lidia) y se empieza otra.
Qué maravilloso sería si pudiera hacerse así en la vida real y, ahora mismo YO lo pediría.
Iniciamos la cuarta semana del mes de Mayo, que a su vez coincide con la décima de encierro, pero con la llegada de ese buen tiempo que ya va acercándose, nos encantaría a todos poder salir libremente, poder ir con quien uno quiera a realizar aquellas acciones que tan lógicas y hasta normales veíamos antes.
Levantarnos, para ir al puesto de trabajo y realizar esa tarea que nos resultaba tan rutinaria pero que hoy la echamos de menos; o esa parada a media jornada para el café compartido con ese o esos compañeros incluso con los que no te hacían mucha gracia, pero cuyas palabras eran también habituales  en esa tertulia.
Cambiar opiniones, hablar de fútbol o de cómo han crecido los hijos y de lo que el fin de semana pasado nos ocurrió o nos pasará el siguiente, de lo que la gasolina ha subido y lo difícil que está el aparcamiento, de cómo suben los precios de todo y no suben nada los sueldos…y de cómo se ha levantado hoy el jefe.
Otros no tiene que desplazarse a puesto de trabajo, porque ya tiene bastante con el que realizan con orgullo en su casa, cuidando de que todo esté bien ordenado y limpio, y de que no falte de  nada indispensable en su frigorífico ni en su despensa y que intercambian también ideas, charlas en las reuniones con los que están en su misma situación y que desayunan juntos después de dejar a los pequeños en el cole y antes de empezar la dura y rutinaria jornada laboral a la que se enfrentan.
También era  habitual  esa reunión con los vecinos y/o con los amigos y tomar algo en la terraza de un bar, donde fluía una conversación diferente cada día que nos hacía oírnos, participar, reír y en definitiva nos hacía escribir un nuevo capítulo, un nuevo día, del libro de nuestra vida.
Ese cambio de tercio, ya debe llegar, es necesario para que el festejo pueda continuar y no hacerlo malo o aburrido porque  prolongarlo en exceso, ya todos sabemos, que  desluciría  una buena faena hasta ahora llevada con corrección y como mandan los cánones más clásicos para su realización.
Así que ¡CAMBIO DE TERCIO!           
¡Y ÁNIMO QUE YA NOS QUEDA MENOS!

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