A veces, nos acordamos, sin
que para ello hagamos esfuerzo alguno, de personas que años atrás compartieron
momentos de nuestras vidas y que desaparecieron de la noche a la mañana por
motivos diversos pero que los recordamos
como si se tratase solo de ayer, como si solo hubiesen pasado unos días.
Ese acordarse, es fruto de la
magnífica relación que en aquel momento se tuvo y que tan gratos recuerdos dejó
en nuestra mente y por qué no decirlo, también algunas veces, en nuestra alma. Si eso ocurre, es que
verdaderamente hubo lo que denominamos una “sana y verdadera amistad”. Entrecomillo el
término porque si digo amistad solo, pensamos en la que surge entre personas
del mismo sexo pero no se nos ocurre pensar en el contrario y que esa amistad
también pueda darse entre dos personas de sexo distinto. Tenemos asumido el
concepto de amistad pero le ponemos trabas a pensar que entre un hombre y una
mujer ese concepto sea posible, se pueda practicar. AMISTAD, es una enorme
palabra que hace que nuestros recuerdos se transformen en cercanas realidades y
que aceptemos la forma de ser de nuestros amigos/as aun a sabiendas que no todo
de ellos sea positivo para nosotros pero confiando en que esas PERSONAS nos van
a aportar alegrías, ánimos, risas, compañía, excursiones, viajes, consejos,
charla…llegando a ocupar un espacio en nuestra vida de ese momento y que trascurrido
el tiempo, recordamos y nos alegramos de que así ocurriera.
Un refrán dice que quien tiene
un amigo tiene un tesoro y siendo eso cierto, no es la única frase para definirlo. Os dejo un enlace : más frases célebres sobre la amistad.
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