jueves, 13 de agosto de 2020

NOCTURNIDAD.-

Ahora que estamos más tiempo metidos en la casa por una parte debido al Covid y por otra, casi en  mayor medida, debido a las altas temperaturas que este verano nos está dejando, es cuando más necesitamos de esa tranquilidad y de esa quietud y calma que nos brindan las calles de nuestra ciudad pasadas las horas en las que es más habitual pasearlas. Es una verdadera satisfacción la que se siente al andar el silencio de la noche bajo la tenue luz de las farolas que por las estrechas calles nos acompañan. El barrio de la judería, se caracteriza por eso: calles estrechas, tenue luz amarillenta, paredes blancas y engalanadas con macetas de gitanillas y geranios y de otras que dejan expandir sus olores a jazmines, diamelas, damas de noche...La noche como momento idóneo para pasear y disfrutar de esa necesaria introspección para finalizar un nuevo día reconciliando el ajetreo de las soleadas horas, con la serenidad de la selénica noche. Disfrutar sin otro fin ni objetivo que el de dejar sentir a los sentidos que mejor nos muestran la realidad: la vista, el oído y nuestro olfato. Sólo el tener que usar la mascarilla (más que obligatoria, necesaria para preservar nuestra salud) hace algo menos agradables esas sensaciones. Seguro que muchos estaremos dispuestos más de un día a hacer realidad esos paseos con nocturnidad. Y recordemos que la Judería, el Puente Romano, el entorno de la Calahorra, la Ribera, la Plaza del Potro, la Plaza de la Corredera, el Templo Romano, las Tendillas , esperan nuestros paseos.


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