Creo que es una buena “muletilla” para que continuamente la
tengamos dando vueltas por nuestra cabeza. En estos tiempos raros, lo mejor es tener siempre esa frase en mente. No
debemos dejarnos caer en el pozo que sería volver a pensar a diario en la
posibilidad de que de nuevo nos tuviéramos que encerrar en nuestros hogares
otros cuarenta y cinco o sesenta días. No, eso no va a pasar aunque a la vuelta de la esquina, Septiembre nos traiga de nuevo a los puestos de trabajo en forma presencial y el abrir
de forma masiva los colegios y demás centros de enseñanza, aún a sabiendas de la
dificultad tan enorme de hacer que los alumnos cumplan la regla de las “3 EMES”: lleven mascarilla todo el rato y que se laven las manos a menudo, pero sin duda lo de mantener las distancias sea lo más difícil, pues no hay forma
humana de albergar a 25 alumnos en una aula de unos 50 metros cuadrados máximo
y dejando un metro y medio de distancias entre cada alumno e incluir los
pupitres junto con el profesor y su mesa . Por supuesto lo de dar clases en los espacios abiertos, es un
brindis al sol, pues cuatro gotas de agua o bien 35 grados de temperatura darían
al traste con ello y solamente podría ser una solución muy transitoria y en
momentos puntuales. Aun así, hay que repetir eso de ¡arriba…que puedes! El refranero siempre sabio, ya nos dice, que “al mal tiempo buena cara” y que “la esperanza es lo último que se pierde”
y es por ello que nuestro pensamiento positivo ha de presidir cada día, ese día
que a veces resulta tan adverso, pero en el que hay que recordarnos eso de ¡arriba…que puedes! Y continuar con lo
que habitualmente cada uno de nosotros haga o tenga que hacer. A por los días,
cada día.
viernes, 28 de agosto de 2020
¡ARRIBA…QUE PUEDES!.-
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