Hace ya muchos años, las
escuelas tenían como principal preocupación de su enseñanza que todo el mundo aprendiese a leer, entendiendo lo que se leía
(lectura comprensiva) y en cuestión matemática, lo que se denominaba en
aritmética, las “cuatro reglas”:
sumar, restar, multiplicar y dividir.
En esa escuela,
la prioritario era tener tiza para llenar la pizarra con letras (muestra de cada día) y serie de números, a los que se añadían unas
cuentas y un dibujo. Mientras que el
alumnado traspasaba a su cuaderno y realizaba todo ello, el maestro/a “daba de leer” (preguntaba la lección personalizada
de ese día), pues no todos iban por la
misma página ni por el mismo grado, porque en aquel entonces, aún las escuelas eran unitarias, y en ella
se mezclaban aprendices desde los 4 a los 10 años, y cada uno era atendido según sus necesidades (aunque todos
deberíamos aprender lo mismo). A los 10
años y tras haber memorizado bien: las diferentes reglas ortográficas de nuestra lengua castellana que hacían que
escribiésemos sin faltas al dictado, las operaciones sin error de cálculo matemático y problemas lógicos de aplicación de las
reglas aritméticas, la geografía nacional
de provincias, montañas, ríos y afluentes, las diferentes familias de animales y de saber defender públicamente de forma
oral, cualquier argumento sobre un tema determinado; llegaba la hora de
presentarnos al denominado “examen de
ingreso”, no al de la universidad (como
hoy) sino el que aprobándolo, te permitía
granjearte la entrada al instituto y
así empezar tu bachillerato elemental primero y superior después.
Pero volviendo a la escuela, allí no había maestros
especialistas, allí, solo la figura del
maestro o maestra (por aquel entonces,
nacional) y sus “imaginativas soluciones” a la falta de material
inexistente y que si lo había era el mapa de nuestra “vieja España” en
su versión política y a sus espaldas, la física.
MI ADMIRACIÓN, RECUERDO Y AGRADECIMIENTO PARA TODOS ELLOS.
¿Recuerdas esa escuela? Si es así, ya has pasado de los
cincuenta. Yo, ya hace mucho.
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