¡Han pasado
desapercibidos! No los han visto los niños. No han suscitado esa magia que solían trasmitir a los más pequeños.
También hasta en eso se ha interpuesto “el bicho”. El año 2020 acabó pasando
con muchas más penas que glorias. El año 2021, empieza también con una gran
pena.
En otros años…hoy
a estas horas las calles de cualquiera de nuestras ciudades, estarían abarrotadas de quienes con una gran ilusión, esperaban a
que llegasen a la altura de la calle donde ellos se encontraban, esos repartidores
no solo de confeti, música, peluches,
juegos y de caramelos, sino que eran capaces de dejar “boquiabiertos” y “ojipláticos” a toda la chiquillería que se
arremolinaba en torno a cada carroza de las que componían el cortejo de la
llamada “cabalgata real de la ilusión”
y cuando se acercaban la de sus Majestades: Melchor, Gaspar y Baltasar se multiplicaban los gestos de ilusión y de esperanza en que dentro de
pocas horas, esos mismos Reyes que
estaban viendo, pasarán por su casa o piso, y que con el arte de magia que le
es propio, dejarán todos esos regalos, juguetes, libros, ropa… que en sus inocentes
cartas les han solicitado.
Han pasado, en nuestra ciudad, volando en globos aerostáticos, lo que ha hecho
que quienes los han visto, hayan tenido que mirar al cielo, y pensar que a esa
altura es hasta donde han volado sus
deseos.
Noche de Reyes,
será ésta noche como lo ha sido siempre, porque a pesar de las dificultades, todos la
recordarán, mañana al levantarse, como la noche en que los Reyes Magos les han traído los regalos, la
noche de la ILUSIÓN.
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