Pues sí, este será el
post de despedida del más que nefasto año bisiesto 2020. Nada bueno nos ha traído, solo la demostración de que cuando
la humanidad se pone a una, todos a trabajar sobre lo mismo, intentando lograr un objetivo común y universal,
se puede llegar incluso a desarrollar una vacuna en pocos meses, que sea capaz
de enfrentarse a ese enemigo invisible, que como si tuviese un pase VIP, a
todas las fiestas se ha apuntado a pesar
de no haber sido invitado a ninguna.
2020, una
cifra que a priori, tenía algo de
enigmático, allá por hace ahora un año, cuando se comentaba la casualidad
de los dos 20. Lo que nadie podía
imaginar que ese enigma, acabase siendo quien pusiese a la humanidad al
borde de un caos planetario.
2020, se marcha
en pocas horas de nuestras vidas, aunque
no de nuestras memorias, que siempre guardarán en el rincón de los malos
recuerdos su nombre, junto a otros dígitos imborrables también de los miles y
miles de personas muertas por causa del virus que este año trajo.
2020 (DEP), desaparecerá y tras él, sin solución de continuidad,
entrará 2021, otra cifra de cuatro
dígitos representando a un año que
nacerá trayendo de la mano el vacunado masivo de toda la población y la
esperanza que en él depositamos todas las personas.
Ya corre por las
redes WhatsApp uno que dice: “Antes de entrar a 2021 ¿no se puede ver el tráiler
primero?” Como si una vez visto y no nos gustase, pudiéramos renunciar
al resto del año.
No deja de ser humor, que aún no hemos perdido del todo y que
hace más llevaderos estos momentos.
2020 acaba y quisiera
agradecer a todos los que me leen, la atención que prestan a mis
reflexiones que por este medio expongo. Gracias y como se decía antes de la nueva
normalidad: “que el año que entra, 2021, venga cargado de salud, paz y prosperidad”.
SUERTE PARA TODOS.
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