Esa era (en la antigua normalidad) una pregunta muy habitual entre amigas que querían pasar un rato
juntas y disfrutar probándose los modelos de ropa que más les
gustaba. Las tiendas casi siempre estaban con su aforo bastante completo,
incluso teniendo que esperar colas para entrar a los probadores y era fácil
entrar a probarse 4 o 5 prendas a la vez, pues había clientela en demasía y ya
que se entraba... Los modelos ya probados, se amontonaban en los mostradores que
había a la salida del probador, esperando a la dependienta que se encargaba de
recolocarlos en sus percheros o estantes correspondientes, bien ordenados por
colores o por tallas y cada día se compraban prendas, había alegría, poses frente al espejo, risas
de amigas y en definitiva echaban una mañana o tarde de tiendas.
Hoy, las cosas han cambiado,
hoy entrar a las tiendas, se hace por riguroso orden de llegada y si hay
espacio en el interior, guardando los límites de aforo y las medidas de
distanciamiento. Los modelos, ya no se
tocan todos, ya se miran y se pide la talla deseada para entrar al probador,
desinfectando la prenda, probándola y si no te queda bien, será la dependienta
quien la cogerá y volverá a desinfectar o la quitará del perchero debiendo
guardar también unos días de cuarentena antes de volverla a colocar para que
otra cliente se la pueda probar. Ya son
menos las poses frente al espejo, ya son menos las pruebas de modelos y
por supuesto, no se amontonan en los mostradores, el orden vuelve a imperar y también
hay ahora menos ventas pero ya veremos cómo será la asistencia a las tiendas en
tiempo de rebajas. Así que se me ocurre preguntar:
¿vamos de tiendas?
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