Dicen que los ayuntamientos no tienen dinero para acometer ninguna obra nueva y que están incluso pasando dificultades para pagar a proveedores o nóminas de los trabajadores, que por supuesto, ya no pueden echar horas extras en su trabajo.
Yo eso me lo creo, pero me hace reflexionar y preguntarme, si es eso así, ¿por qué nos dedicamos a cosas no muy importantes y volcamos en ellas parte del escaso dinero público?
Me refiero, por ejemplo, al repintado de las señales de tráfico de las calzadas. Se ven bien aún, pero se vuelven a pintar porque toca ahora, solo por eso.
Verán, (señores que gobiernan municipios), no es necesario dedicar, personal, vehículos, pintura, cintas de carrocero, horas y horas de trabajo, para que, mañana mismo, con el paso de los primeros vehículos, la señalización vuelva a quedar como está ahora mismo, es decir, antes de repintarla, pues hemos diluido tanto la pintura para procurar ahorrar, que como decía el refrán “el dinero del mezquino, anda dos veces el camino”.
Bueno pues lo dicho, ¡tiempo de crisis!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario