IMPUESTOS

Cada día que amanece, me quedo con las ganas de decir que estoy cansado de ver cómo nos acribillan a impuestos.

                Es verdad, cada día hay más o, como ganamos menos, nos parece que los pagamos en exceso.

                Voy a decir que me molesta  enormemente cada vez que, cojo mi vehículo para acercarme al centro a resolver cualquier papeleo necesario y ello me obliga a: dos opciones, o aparco en zona azul, si encuentro hueco, o bien lo aparco en el parking público (o más bien a medias entre lo público-municipal- y lo privado). Cualquiera que sea la opción elegida, me obliga al desembolso monetario correspondiente. Y eso multiplicado por los días hábiles de un año suman muchos euros. Y hablo de un pueblo, donde debería facilitarse mucho más la acción, para poder potenciar el comercio que es lo que nos hace falta a todos.

                Pero si el hecho acaece en la ciudad (capital) resulta que hay tres opciones, pues junto a las dos ya mencionadas, se une una tercera, la de aparcamiento vigilado, es decir otra inmensa zona junto a las zonas azules, donde te crees que puedes aparcar con libertad, pero justo cuando lo haces, llega un individuo, sin ningún tipo de distintivo, y te dice que aparcar ahí vale 1´10€ porque es zona de aparcamiento municipal vigilado y encomendada su vigilancia, consistente en   individuo para una enorme zona, a alguna asociación bien de minusválidos o bien de mayores de 55 años.

                En definitiva, aparcar cuesta dineros, pero, no aparcar y andar con el vehículo, también cuesta, pueden sancionarte, grabarte y hacerlo luego, pagar más impuestos echándole combustible… y por si fuera poco,  estamos obligados a pagar anualmente un impuesto tan extraño como caro, que se denomina  IMPUESTO DE CIRCULACIÓN (que yo entendía que como su nombre indica, era para poder circular incluso aparcar pues si circulas, está claro que también has de aparcar) para vehículos a motor.

                En fín que ¡sobrannnnnn impuestos!.