jueves, 20 de mayo de 2021

¿IGUALDAD?.-

Sabemos que el término igualdad, es algo a lo que habría que aspirar, es algo que está en nuestra Constitución y a lo que van encaminadas muchísimas acciones de los diferentes poderes políticos y asociaciones sociales.
Incluso en la escuela, en los institutos, en cualquier centro de enseñanza, se tiene como meta y bandera a la que hay que defender.
Pues bien, como concepto idealista es muy plausible, pero si bien es verdad que vamos avanzando para que esa igualdad sea efectiva, no es menos cierto que hay reflexiones que deberíamos tener en cuenta.
¿Por qué en los colegios públicos, como primer paso para una “visible” igualdad, no se obliga al uso de uniforme? Sí, uniforme, sin ese carácter peyorativo que algunas personas quieren ver en la palabra, sino como un modo de que los alumnos empiecen a interiorizar, que las MARCAS de ropa o zapatos que llevan unos, es superior o inferior a la que otros llevan y que en la escuela, todos son iguales, pues es en la apariencia, en la primera impresión o mirada, donde se encuentra el verdadero atisbo de igualdad.
Pero si en la escuela esa creo que es asignatura pendiente, no es menos cierto que en grandes cadenas empresariales tipo C I (Imagine cada uno el grupo a que me refiero), también podemos observar comportamientos  muy discriminatorios y lejanos al concepto de igualdad, para ello, baste un ejemplo. A un precio determinado encontramos prendas, pero sólo hasta la talla, como mucho, 50. Pero si esa misma prenda, queremos buscarla en talla 52 o más, nos mandan a la sección de tallas grandes o tallas especiales, donde  su precio, está incrementado en un 35 o 40%  así, una prenda de 60€ en la talla 50,  cuando la buscamos en una talla 52 o 54 o mayor, pagar un precio de 110€. Penalización por ser “desigual” Como si el hecho de estar algo más gordo que la mayoría nos lleve a esa penalización económica grave, que nos aleja de la igualdad.  Lo dicho, igualdad muy desigual aún.

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