miércoles, 10 de febrero de 2021

SERPENTEANDO.-

Cual si de un ofidio se tratase, así vamos pasando los días.
Estos aciagos días que nos acompañan desde el pasado marzo, desde que se descubriera que no todo iba a seguir siendo tan perfecto, como nos parecía hasta entonces, nuestro tránsito por esta vida; esa a la que cargábamos de imperfecciones y de malhumorados días; esa que, parafraseando a Bécquer: “esa, esa no volverá”.
Y es que sin duda alguna, como nuestro refranero dice, no hay mal que cien años dure y que más pronto que tarde, todo esto que padecemos tendrá arreglo, no lo dudamos ni por un momento, pero no es menos cierto que en la mente de todos nosotros está, que la vuelta a la deseada normalidad no podrá ser, ni por asomo, parecida a la que hemos conocido.
Sin duda alguna, esta pandemia nos ha vuelto a todos muchísimo más precavidos y distantes en nuestras relaciones sociales. Como alguien apuntaba el otro día en  un supermercado, esto nos ha hecho vivir más al estilo europeo y alejarnos de lacampechaneidad” que nos seguía como una de nuestras cualidades más elogiadas por el resto del mundo que en forma de turismo, nos visitaba por ello (entre otras muchos cosas) porque hacíamos que todos se sintiesen como en su propia casa.
Seguro que ya, nada será igual y los recelos ante lo desconocido, harán cambiar también nuestro carácter.
Permitirme que para finalizar,  parodie con ironía  la magnífica rima de Bécquer:

“Volverán los días buenos,
Amigos y  bares para celebrar
y otra vez entre risas y fiesta
esos días nos harán gozar.
Pero aquellos que nos fusionaban
Con alegría en abrazos y besar,
Aquellos que recordábamos nosotros
Esos, igual, ¡no volverán!

No hay comentarios:

Publicar un comentario