jueves, 16 de mayo de 2013

Artículo 14 de la Constitución.-

los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”

Es llamativo que a pesar de este principio tan básico en la vida de una democracia como la española, no se cumpla  y sean precisamente los que hacen las normas o leyes, los encargados de incumplirlas. En España, hoy tenemos más de 10.000 personas que tienen un régimen jurídico especial, son aforados, que más bien son los privilegiados de nuestro sistema jurídico. Bien está que un Presidente de Gobierno lo sea durante el tiempo que dure su mandato, en evitación de males mayores, pero que un diputado de cualquier provincia, sea aforado por el simple hecho de ser representante del pueblo, no es suficiente. Y aún digo más, para según qué  tipo de acusaciones o de delitos consumados (por ejemplo ir conduciendo ebrio y a gran velocidad) no debe haber escudo alguno que impida su rápido procesamiento como a cualquier otro ciudadano de nuestro territorio.
Verdaderamente, ésto, en cualquier otro país, no ocurre. A ver si vamos empezando a pedir cosas tan simples, como ésta que hoy apunto. Aforados, los justos. Trabajadores, cuantos más, mejor, ¡Señorías, déjense de privilegios y acudan a donde el pueblo les puso, que aún queda mucho por hacer!.
Por aforado debemos entender la persona que por razón del cargo  goza del derecho a ser juzgado por un tribunal diferente (Tribunal Supremo o Tribunal Superior de Justicia) al que correspondería a todo ciudadano de a pie. A este derecho a ser juzgado por tribunal distinto a los ordinarios se le conoce como fuero o privilegio en materia de jurisdicción y se extiende a cualquier delito cometido, sea o no en el ejercicio del cargo.( Tomado de queaprendemoshoy.com)

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