martes, 14 de junio de 2022

OLA DE CALOR NO DESEADA.-

Aún ¿hay quien piensa que lo del cambio climático era una broma o una mentira para amedrentarnos y que empezáramos a reciclar y a cuidar más de nuestro planeta. 
Pues está claro que no, no era sino toda una verdad sobre lo que poco a poco va sucediendo.
En este mes de Junio ya hemos tenido una doble ola de calor, de esas que dicen históricas, porque es de las que alcanzan más altas temperaturas de las que se tienen registros recogidos.
Pasar de los 40 grados (ya hemos superado los 43) de temperatura en estos inicios de mes ya es sintomático de lo que nos puede esperar en los meses de máximo apogeo (Julio y Agosto).
Ya hace años que alguien me comentaba que Andalucía iba a una desertización similar a la del centro de África y que ese aumento de  las temperaturas  nos harían pasar días de absoluta dificultad respiratoria, debido al extraordinario calor seco que habría en las calles y que como estas no tenían apenas vegetación alguna que ayudase a mitigar algunos de estos grados, sino que al contrario, las calles asfaltadas y el exceso de baldosas en los acerados, contribuirían aún más al aumento de esa bochornosa sensación.
Ahora, es cuando más en falta se echan los parques y jardines, esos que debería haber en cada barrio y que permitiesen cierta sensación de un menor calor, de una refrescante brisa o de una temperatura refrescada por la humedad del riego de sus plantas o árboles.
Parques muy necesarios, a pesar del inconveniente del consumo de agua que va paralelo a ellos.
Hay que apostar por un tipo de ciudad y en ella, se tiene que ver con abundancia, parques que nos ayuden a protegernos del terrible calor que proporcionan los espacios no verdes sino grises, habituales en la ciudad.
El cambio climático es una realidad, pero hemos de ir intentando e inventando para ello, soluciones. 

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