No hago nada más que pensar en el gasto que puede tener una familia “normal” (entendiendo por normal,
cualquiera con un par de hijos/as) en España, que trabajen por el salario mensual mínimo (ampliado en
unos 150€ más), unos 1.300 €. Ciudad
de población media, y con un servicio de autobuses urbanos suficientes para
permitir la llegada a cualquier punto de la ciudad, en tan solo…30 minutos (con
mucha suerte).
Pues bien, empezamos el día, encendiendo la luz para despertar, vamos al baño y a la ducha (aquí podremos elegir entre termo
de butano o el eléctrico) sea como fuera, empieza el gasto. Cafetera y tostadora para el desayuno
(más gasto eléctrico), uso de bonobús
para desplazarse al trabajo, ida y vuelta; es tiempo de parada para el bocadillo en el trabajo (te lo has
llevado de casa o has de comprarlo) y al final de las 8 agotadoras horas de
trabajo (que han parecido 10 u 11) vuelta
al bus y a casa. Llega la hora de comprar
alimentos y bebidas para la casa, salida al supermercado, con el coche (gasolina con precio por
las nubes) y pasar por los estantes expositores, hace que nos demos cuenta de lo
mucho que han subido los productos de
primera necesidad, pero que son de obligada adquisición. Paso por la caja y abono de la “tira de productos”
que hemos comprado, en la que en papeles
(higiénicos, tisúes, clínex, servilletas…) también nos hemos dejado “una pasta”, de las de euros, porque de
las otras pastas, también llevamos unas pocas (macarrones, tallarines, espaguetis,
hélices….) para darle “variación” a la dieta…
Vuelta a casa con el coche y su consumo urbano de combustible. Preparar la cena que
puede ser en la placa de vitrocerámica o
de butano, y la televisión encendida
para acompañar el final de una jornada “normal”.
Para mañana, nos espera otro día similar, pero habrá que
poner lavadora y plancha.
Y ahora, gracias a la extraordinaria ola de calor, el aire acondicionado o los ventiladores funcionan a tope.
Titulé, algunas cuentas, pues eso, haga cada uno las suyas y verá que con 1.300€…situación difícil.
En la segunda parte añadiré gastos de los hijos estudiantes
y más que podemos intuir.
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