miércoles, 9 de marzo de 2022

¿HABRÁ SEMANA SANTA?

Estamos justo a un mes para que la ansiada Semana Santa vuelva a inundar las calles de nuestros pueblos y ciudades con procesiones, capirotes, velas, cera, olores a incienso y azahar, saetas, bullicio y silencio a compás, vaivén de los costaleros que portan la imagen y sobre todo, el respeto por la tradición.
Después de dos años sin poder efectuar los recorridos, sin poder dar esplendor a las calles por culpa de esta recalcitrante pandemia que nos ha mantenido enclaustrados, las ganas de volver a la normalidad es tanta que no nos atrevemos ni a pensar que un año más, algo pueda fastidiar el acontecimiento. Y cuando digo que no nos atrevemos a pensar, más bien debería decir que no queremos pensar, pues, a todos  nosotros se nos ha pasado ya por la cabeza, que son pocas las semanas santas, que cayendo en abril, no se mojan.
Es verdad, suele ocurrir, a pesar de que no nos hace ninguna gracia que, tras un año de preparación y mimo y cuidado para que todo salga bien, viene una tormenta con mala cara y nos echa por tierra todo ese trabajo y esa ilusión que hemos ido atesorando para la llegada del día esperado. Pero, el hecho de no querer pensarlo, no significa que no haya esa posibilidad, y más en un año en que  todo un invierno no ha sido capaz de aportar la cantidad mínima de lluvia que nos permitiera pensar en positivo. ¿Será la primavera del próximo 21 de Marzo, la encargada de remojar nuestras tierras y de intentar reponer la necesaria agua en nuestros secos pantanos?
Cerca estamos de conocer si es o no así. La disyuntiva es si ¿preferimos lluvia y poder embalsar agua para el calurosísimo verano que nos espera, teniendo que dejar un año más los pasos montados en sus tronos y en sus templos o, por el contrario,  preferimos que salgan en recorrido y llenen nuestras calles de religiosidad, fe y también de turismo y alegría? 
Solo estamos a un mes de obtener la respuesta


No hay comentarios:

Publicar un comentario