lunes, 14 de febrero de 2022

¿LO ESTAMOS PENSANDO?..-

A veces, lo de seguir en vanguardia y a la moda, nos puede causar más despropósitos que los beneficios que nos puede aportar.
Yo soy de la opinión de que cada avance (que es connatural a la raza humana)  nos trae unos cuantos de retrocesos en lo ya dominado y adquirido.
Hoy solo voy a hablar de lo que considero un problema a la vuelta de unos 10-15 años y que, quizás no lo sea porque ya esté solucionado el tema que se pueda plantear, ¡cosa que dudo! pero…nunca se sabe-.
Empezaré por recodar, el que ya hoy tenemos, con respecto a la destrucción de las pilas tradicionales y mucho más de las pilas llamadas de botón.
Es difícil, por lo mucho que afectan al medio ambiente, su destrucción una vez acabada su vida útil. Numerosas recomendaciones nos indican, y ya lo tenemos aceptado, que no debemos tirarlas junto a los desperdicios orgánicos, ni en plásticos, ni en cartón y que, llevan un tratamiento aparte para su reciclaje, bien en las mismas tiendas donde compremos otras o llevándolas a un punto limpio de reciclado o incluso en puntos específicos para ellas, instalados en algunas ciudades, junto a las paradas de bus. Hasta aquí nosotros cumplimos como consumidores responsables.
Ya después, su reciclaje, seguirá siendo difícil, pero los expertos lo hacen posible. Solo alguna cantidad de líquido químico no reutilizable, se guardará en envases y sitios específicos, y se almacenarán junto a otros residuos  en los destinados a almacenaje  de los de baja, muy baja y media radiactividad.
Pues bien, la moda de ahora es LA FABRICACIÓN DE VEHÍCULOS MOVIDOS POR BATERÍAS RECARGABLES, sin duda, todo un avance, para ahorrar en el tema de combustibles fósiles, pero ¿qué pasará cuando se vayan acumulando los millones de baterías que estos vehículos desecharán, transcurridos unos años?
Seguramente habrá que actuar de la misma manera que para la destrucción de sus hermanas más pequeñas solo que estas, serán mucho más grandes y problemáticas que ellas.
Ya digo, si ya está resuelto el problema, ¡vale! Pero mucho me temo que aún nos faltan años para ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario