28 DE FEBRERO DEL 1980, esa fecha es la que se conmemora mañana. Hace ya 42 años que el pueblo andaluz
votó en referéndum el ESTATUTO que
daría la Autonomía a Andalucía y que posteriormente el 20 de Octubre de 1981 se
aprobó.
El mencionado Estatuto, propugna la libertad, la
justicia, la igualdad y el pluralismo político para todos los andaluces, en
igualdad y solidaridad con el resto de Comunidades Autónomas de España.
ANDALUCÍA,
es mundialmente conocida por muchísimos aspectos de su forma de ser y vivir el
día a día, por tener casi 1.000 km. de costas,
por un clima muy benigno en
invierno y algo caluroso en verano, por su gastronomía
(salmorejo, potajes, ensaladillas, dulces…) por sus monumentos históricos (Mezquita-Catedral, Alcázar y Medina Azahara de Córdoba; Generalife y Alhambra de Granada; Giralda y torre del Oro de Sevilla; en Huelva, el muelle del Rio Tinto, su
monumento a Colón, el Rocío; Catedral, Monumento a la Constitución y Gran
teatro Falla de Cádiz; la Alcazaba y
Catedral de Almería; castillo de
Santa Catalina y Catedral de Jaén;
Catedral y Teatro Romano de Málaga);
todo ello acompañado de grandes reservas y parques
naturales con especial protección (Cazorla, Segura y las Villas; Doñana;
Cabo de Gata; Sierra de Aracena; Sierra Nevada; Sierra de las Nieves; los
Alcornocales…) por sus personajes célebres
( desde Séneca a Picasso pasando por Juan Ramón Jiménez y Juan Valera, Alberti,
Paco de Lucía, Velázquez o Victorio y Lucchino) por sus tradiciones de Ferias y
Romerías y Semana Santa…Todo un cúmulo
de sensaciones que hacen grande a “nuestra Tierra“.
No quisiera acabar estas
breves notas, sin hacerme eco de un precioso poema escrito por Sebastián
Custodio , que nos hace recordar a todos que no solo ni todo es fanfarria
y fiesta en Andalucía, que no solo se ha de vender lo “bonito y alegre”, sino
que también hemos de recordar de dónde venimos y también lo mucho que trabajamos.
No vendas a mi Andalucía
con toros y panderetas.
Mal vendes la tierra mía
cuando sabes que no es cierto
que todo no es alegría,
que las penas y el trabajo,
también, son de Andalucía.
Acompáñame a la mina
y veras a los mineros
trabajando bajo tierra
por muy poco dinero.
Vete con los marineros
esas noches de tormentas
y cuando llegues al puerto,
háblale, tú, de sus fiestas.
Haz de conocer el campo
cuando el sol la piel te quema,
el sudor te deja ciego
y las lluvias que no llegan.
Y después, amigo mío,
cuando conozca la tierra
podrás hablar de los toros
y también de las panderetas.
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