sábado, 30 de octubre de 2021

DESEADAS Y NECESARIAS.-

CON la intimidad que da la noche, llegaron sin hacer ruido, como para no molestar a nadie, las deseadas y necesarias lluvias. Cuando se estaba planeando la posibilidad de realizar restricciones en los horarios de uso y de distribución de la tan necesaria agua, aparecieron, mojando las áridas tierras de nuestros campos y las secas calles de nuestros pueblos y ciudades, reiterando  una vez más la sabiduría de nuestra naturaleza.
Sin los daños que normalmente acompañan a las primeras lluvias otoñales, que en forma de D.A.N.A.S. suelen causar, estas aparecen tan tranquilas como deseadas por todos.
Llueve y se nos entristece el día, se nos impide el aire libre de las terrazas de los bares, y obliga a sus propietarios a montar las carpas impermeables que permitirán su uso. El ambiente de un día de lluvia, hace que todo se convierta en más gris, en menos alegre de lo que el verano lo hacía. Pero una reflexión mínima nos hace coincidir en lo necesarias que resultan y más que necesarias, imprescindibles en un planeta en que más del 70% de su extensión lo constituye el agua.
Llueve por unos días y eso hará que suba algo el bajísimo nivel de agua de nuestros pantanos, que por debajo del 20% de su capacidad, ya reclamaban más líquido elemento.
Quizás también, estas lluvias tienen la coincidencia de llegar en el momento en que hay que volver a regular de nuevo nuestros relojes y volver a adaptarlos al horario de invierno, haciendo que esta noche durmamos una hora más, arrullados por su acompasada música.
En definitiva, hoy llueve y aunque nunca llueva a gusto de todos, es hoy una alegría su presencia. Y su visita de unos días nos deja a todos un buen regalo del que muchos y durante muchos días nos aprovecharemos.




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