miércoles, 25 de noviembre de 2020

DESPERTANDO.-

Esta mañana se acababa de levantar el sol, eran las 5,24 y apenas una luz tenue empezaba a espabilar las nubes oscuras que cubrían el cielo. El sueño, ya se había ido y la dificultad por volverlo a encontrar parecía hacer nulo cualquier intento de una nueva conciliación. 
Ya todos hemos experimentado esa sensación de dar vueltas y de nuevo voltear sobre una cama que ya no quiere que estemos en ella pero que tampoco nos expulsa, porque aún no es la hora apropiada para hacerlo. Era pues el momento idóneo para repasar las cuestiones más importantes del día que ayer pasó y del que hoy comienza. 
Pero eso es también una misión que no es necesaria tan temprano, no es hora de estropear nada con pensamientos ya pasados ni con otros que quizás puedan ocurrir aunque tienen la misma probabilidad de que no ocurran. 
Dicho lo cual, una nueva vuelta para cambiar de postura y ¿por qué no? encender el radio-reloj-despertador que habita sobre la mesita de noche y ponerme al día de las diferentes noticias nacionales e internacionales que se mueven por las ondas. Eso sí, con el correspondiente auricular para no molestar a quien aún sigue en brazos de Morfeo. 
Vaya, la primera  voz que se oye es la de una locutora que anuncia que el tiempo estará revuelto a lo largo del día de hoy y que se esperan rachas de viento de hasta 80 km/h. En cuanto a las precipitaciones serán abundantes en el norte de la península y en forma de tormentas en las dos Castillas. Pues aunque cueste creerlo, con esa noticia me debí dormir sin darme cuenta pues me desperté con la que decía: “Son las 10. Las 9 en Canarias” En fin, que comenzaba un nuevo día tan especial, como todos los demás, aunque eso sí, un poco más tarde de lo habitual. 
Y con la compra de no sé cuántos millones de dosis de una nueva vacuna contra covid, y ya es la sexta, por parte de la comunidad europea. Pero ya sabemos el refrán: “hombre prevenido…”






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