Hoy es ese día en que la
rutina cambia y el bar habitual de mi
desayuno, se traslada al “hogar del pensionista”, donde, rodeado de personas mayores
que yo, (pero no por muchos años), me dirijo para desayunar con mi padre, porque ese es
el lugar en el que él suele ir a pasar un buen rato con los colegas y la partida de dominó, juego en el que es bastante ducho jugando con su compañero.
Yo allí trato de conocer y aprender las reglas básicas de este estratégico juego, y las expresiones que se usan, que como ellos dicen, son ningunas porque "el juego del dominó lo inventó un mudo". En fin reglas sí que hay. Algún día yo también podré sentarme a jugar en una de esas mesas, hoy por lo pronto, el objetivo es el mismo que el de aquellos monos del santuario de Toshogu en la ciudad de Nikko (Tokio): “ver, oír y callar”. Dicen que actuando así se llega a la sabiduría. (Aunque ese sentido era el originario, hoy se aplica para decir, métete en tus cosas y no tendrás problemas).
Yo allí trato de conocer y aprender las reglas básicas de este estratégico juego, y las expresiones que se usan, que como ellos dicen, son ningunas porque "el juego del dominó lo inventó un mudo". En fin reglas sí que hay. Algún día yo también podré sentarme a jugar en una de esas mesas, hoy por lo pronto, el objetivo es el mismo que el de aquellos monos del santuario de Toshogu en la ciudad de Nikko (Tokio): “ver, oír y callar”. Dicen que actuando así se llega a la sabiduría. (Aunque ese sentido era el originario, hoy se aplica para decir, métete en tus cosas y no tendrás problemas).
Lo dicho, hoy es un día de
disfrutar con dos besos a mi padre y un abrazo de cariño aprendiendo de
los mayores, que siempre han sido mi
faro y guía.
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