Así era como decía una canción infantil de hace muchos años.
Hoy empezamos a comprender que eso se refería sin lugar a dudas a nuestra Andalucía.
Si en mi último post, de hace unos días hablaba del protagonismo de la lluvia, hoy el protagonista es, sin lugar a dudas, EL CALOR.
Sí, ha llegado como cada año, sin avisar y sin dejar paso al devenir propio de las estaciones que antaño nos comentaban que había, las consabidas cuatro estaciones: primavera-verano-otoño e invierno, que se han convertido en solo las dos que titulan este post.
25 º C y subiendo, cuando tan solo dos o tres días atrás, costaba llegar a los 12 º C.
En Andalucía, la primavera y el otoño son dos estaciones, que como si se tratasen de sujetos elípticos en algunas oraciones, aquí se conocen, pero no están.
Clima invernal suave que tras dos días primaverales se convierten en un, cada vez más, calurosísimo verano que acaba con una semana otoñal, la de la publicidad del Corte-Inglés.
Lo dicho, que eso de que “hasta el 40 de Mayo, no te quites el sayo”, aquí, en estas tan queridas tierras del sur de España, no hay que recordarlo.
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