Últimamente van apareciendo en nuestra vida en sociedad,
más productos de consumo y cada día, más consumidores se suman a ese consumo de
productos novedosos, a pesar de que nadie les diga que sean mejor o peor, solo
por el hecho de ser muy novedosos unos, o por el espíritu de la contradicción
que desde pequeños tenemos todos los seres humanos (todos recordaremos cómo
cuando nuestros padres nos prohibían algo, nosotros deseábamos poder hacerlo,
solo por llevar la contraria).
Pues bien, ese mismo espíritu de la contradicción o de
mezclar los contrarios en una amalgama que pueda parecer realmente atractiva,
es la que parece que hoy los publicistas utilizan para la venta de esos
productos que, al menos a mí, me resulta
contradictoria su publicidad.
Vivimos tan inmersos y tan rápido, que parece que no nos
paramos a pensar en ello, pero, por poner algunos ejemplos que expliquen lo que
deseo trasmitir, empezaré por el café
descafeinado es decir, un café al que se le ha quitado la esencia que le es
propia, la cafeína. Una cerveza sin
alcohol, una leche sin lactosa, una
leche de avena o de soja (cual si estas plantas se tratasen de animales con
capacidad de alimentación a seres mamíferos) pronto nos venderán una leche deslechada…
Pero no solo a la alimentación llegan las
contradicciones, sino que también podemos verlo en los avances tecnológicos de
última generación de los vehículos,
que llegan a proporcionar un caballaje inmenso, para una extraordinaria
potencia y mientras tanto, se rebajan los límites de velocidad y se inventan,
en las ciudades, las zonas 30. Una
amplia red de carril bici para que
los, aún pocos ciclistas, se dediquen a ir por medio de las calles o por las
aceras…
En fin, es difícil imaginar que sería de nosotros sin
este tipo de productos, es decir, tomando café con su carga de cafeína; leche
de vaca o de oveja o de cabra, pero leche, entera, tal y como se produce; una
cerveza fría con su graduación alcohólica de entre un 4 y un 6%; un jamón,
jamón y no york…
Bueno pues sí, cada uno de nosotros sabe la respuesta (recordemos
cuando el aceite de oliva pasó a ser de los más perjudicial para la salud
y hoy, de nuevo, es ya de lo más saludable
formando parte de la dieta mediterránea,
tan alabada ahora por la Unión Europea) contradicciones, ¡las menos posibles!
No hay comentarios:
Publicar un comentario