martes, 1 de octubre de 2013

TIEMPOS DE RECORTES.-

Ahora con el inicio de un nuevo curso escolar, se reproducen las noticias sobre el gasto tan “extraordinario” que supone la adquisición de libros de texto para el alumnado.(En algunas Comunidades Autónomas, porque en otras ya sabemos que son gratis)
Pues bien, eso me da pie al recuerdo. Hace años (y espero que nadie me crea o llame retrógrado) ese gasto era quizás menor, aunque también lo era en proporción a lo que el obrero cobraba, pero se veía reducido por una pura razón de lógica: sólo había un libro, sí, lo recordamos casi todos, 
LA ENCICLOPEDIA; en la cual, a modo de antecesores de los fascículos, íbamos desgranando cada materia, lengua, matemáticas, ciencias, religión y otras que seguro que todos recordamos.
LA ENCICLOPEDIA (de Primer, Segundo y Tercer grado) servía de libro para todo, al menos hasta los 10 años que ingresábamos en los Institutos. Era un resumen de “cultura general” que el maestro, se encargaba de ir desarrollando a los niveles que se exigían por aquel entonces.
Hoy, mirando en la mochila de cualquiera de mis alumnos, puedo encontrar hasta 10 libros (Lengua – Matemáticas - Conocimiento del Medio – Ciudadanía – Inglés – Música - Religión o alternativa - E. física – Artística - el diccionario de español - el de inglés…) y sus correspondientes cuadernos, tanto de escritura como de actividades.
Ah, por cierto, menos mal que algunas editoriales se han atrevido a hacer fascículos trimestrales para sus materias, ¡qué bien! Menos peso a transportar (pero más dinero a pagar)
¡Qué locura! Permítanme decirlo. ¿Realmente es necesario tanto para una educación básica? Que cada cual conteste lo que piense.
Oí el otro día al ministro decir que se podría crear una plataforma digital para los colegios y así ahorrar en libros al alumnado. ¡A ver si es verdad! Y de nuevo, volvemos a ver a nuestros hijos portando tan sólo lo imprescindible y el resto…¡Está todo en Internet!.


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