GRECIA, se enfrenta hoy a un referéndum algo “sui generis”.
Se les exige a los griegos, por parte de sus políticos en
el poder, al mando de Alexis Chipras, que elijan una respuesta concreta, que
elijan un SI (nai) o un NO (oxi). Hasta aquí, es lógico para saber qué piensan
los gobernados, en una consulta popular.
Pero ¿a qué han de contestar?
Pues a una pregunta,
como casi todas, enrevesada y poco o nada clara sobre si se aceptan o no las cláusulas
que impone la unión europea para seguir recibiendo ayudas económicas y a la
vez, devolver la deuda acumulada a lo largo de estos años difíciles de rescate,
mientras se sigue incrementando la deuda para poder pagar lo que se debe. En fin,
¡ya ven que lio!
Y mientras tanto, el pueblo llano, sigue viendo con
estupor, cómo no pueden acceder a sus ahorros, y sacar de las entidades bancarias,
lo que han ingresado a lo largo de un tiempo, seguramente de sacrificios y
esfuerzos, para poder tener, en el día de mañana, aquello que a todos los
pequeños ahorradores, nos da tranquilidad, una pequeña ayuda económica, mayor
que la que supone la pensión de jubilación.
Mientras esto ocurre y el pueblo griego se divide entre
el “nai y el oxi”, la unión europea, se empieza a tambalear e incluso algunos
de sus socios creen que Grecia debería de salir, al menos durante un tiempo, de
la moneda única, el € que tanto esfuerzo costó a todos.
Y es que a veces, los políticos, solo piensan en ser y
seguir siendo, aunque para ello, utilicen al pueblo a su antojo y lo hagan
co-participe de las decisiones difíciles y que pueden traer nefastas
consecuencias para continuar en el estado común de todos: EUROPA.
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