No, no es
que hallamos decidido ya prescindir de los combustibles fósiles y apostar por los de la llamada línea ecológica.
Tan solo se
trata de un cambio en el nombre, en su etiquetado, que entrará en vigor el
próximo 12 de octubre (Día de la Hispanidad, por cierto), pero con el que nos
vamos a ir acostumbrando poco a poco, como ocurriera con el euro, pues ambos
nombres (el usado hasta mañana, y el
nuevo) compartirán espacio en los surtidores de las gasolineras españolas.
Ahora, en
lugar de las conocidas gasolinas, habrá una con denominación E, a la que habrá que añadirle un número
(5-10-85), según la cantidad de etanol que contenga (de ahí la E).
Y nuestro
querido diésel o gasóleo, se llamará B (de Biodiesel) y se le añadirá un número
7 o 10 según la cantidad de biodiesel contenido. También podremos encontrarnos
con un XTL que es un diésel fabricado a partir de un material fósil o
renovable.
También habrá
surtidores para combustibles gaseosos ( H2-CNG-LPG-LNG)
Bueno pues
junto a ello, las nuevas gasolinas irán
enmarcadas en un círculo, los diésel en un cuadrado, y los gaseosos en un
rombo. Todo muy claro.
Ahora solo
queda esperar dos cosas, de estos cambios, que no nos suban más el precio y que
mejoren el rendimiento de estos combustibles, haciéndolos menos contaminantes.
(Acaso, ¿alguien lo duda?)
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